Ha escrito Antonio Lorca en El País un artículo que no termino de entender titulado ‘José Tomás, un redentor inventado’. Que conste que respeto profundamente a Antonio Lorca pero que no comparto prácticamente nada de lo que escribe. Vayamos al meollo de la cuestión.
1) Dice Lorca que aunque José Tomás es un torero largo, profundo y artista, su imagen repetida huele demasiado a voltereta y sabe a manchas sangrientas en su vestido y en su piel. Pues bien, El País publicó dos fotografías (una de ellas en portada) prácticamente iguales. El torero volteado. Hasta la redacción de Diario La Rioja, que es el medio para el que escribo de toros, llegaron casi cien fotos del evento. Quién hace oler a cornada a quien, pregunto.
2) Comenta Lorca que le sigue una “legión de forofos” que creen ver en él “a un dios revivido del toreo”. Es obvio que las generalizaciones son injustas por naturaleza pero tan desaforado es exagerar lo que se vivió en la plaza como descalificar de esa manera a miles de aficionados que empeñaron mucho tiempo y mucho dinero para ver una corrida de toros. ¿Es malo eso? ¿Es acaso una desmesura seguir a un torero que se entrega como casi ninguno y del que se sabe que siempre da ese paso más allá que tantas veces ha echado de menos en sus crónicas? (Lo digo por los torero funcionarios y esas cosas)
3) Uno de los puntos en los que más en desacuerdo estoy con el periodista sevillano es en el que habla de la relación de JT con la plaza de Barcelona: “le da suerte en la particular versión supersticiosa de los toreros, y porque se ha convertido en el lugar de peregrinación del tomasismo”. Esto es de un simplismo atroz. Le recuerdo que la relación del torero con BCN se remonta mucho antes de la reaparición de 2007, en esos años se fraguó una constante de triunfos y de entrega impresionante. Y JT eligió esa plaza no sólo por eso, obviamente; la eligió para ayudarla, para revitalizar la fiesta en Cataluña, para reivindicar la libertad taurina en una parte de España en la que ser aficionado es algo así como ser un apestado. Habla Lorca de la “obsesión de algunos por convertir a JT en un líder político enfundado en un traje de luces”. Bien, Don Antonio, dígame usted un sitio más complicado para reaparecer y llenar la plaza y dotar al toreo de una presencia simbólica unida a la libertad como nunca había tenido. ¿Cuándo ha habido una portada taurina en los periódicos catalanes? ¿Le recuerdo el artículo del director de La Vanguardia apostando porque no se prohíban las corridas?
4) Otro aspecto que trata Lorca es el manido de que JT deba anunciarse en las plazas más importantes, en las ferias más exigentes y sometiéndose al veredicto de las escasas aficiones doctas que quedan en este país. Parece que el señor Lorca ha olvidado las tardes del 5 y 15 de junio de 2008 en Las Ventas: cuatro toros, siete orejas, tres cornadas. Lo de los cosos de escasa responsabilidad con los toros chicos y los billetes grandes me parece pura demagogia: Valencia, Castellón, Jerez, Granada, Nimes… Las mismas plazas que muchos de sus compañeros, los mismos toros…. ¿Hubo las mismas faenas? ¿Se justificaron como lo hizo JT cuando estuvo en Madrid en 2008?
5) En el penúltimo párrafo el señor Lorca se desliza básicamente por las cuestiones del dinero y da a entender que si JT torea en plazas de responsabilidad ante toros de verdad, “un fracaso podría notarlo su cuenta corriente”. Y esto me parece un atrevimiento y un dislate porque “aunque no parece posible pagarle más que lo ya cobra”, este tipo de afirmaciones hay que respaldarla con datos. Por cierto ¿por qué no fue a Sevilla JT? ¿No tuvo nada que ver la empresa de La Maestranza? Por cierto, JT toreó gratis en Barcelona para una Fundación con su nombre en la que creo que va a ayudar a niños necesitados de México. ¿Puede existir alguna causa más noble, más digna, más humana?
6) Dice Lorca al final que José Tomás es sólo un gran torero. Y no le falta razón, pero nunca han abundado en la fiesta los grandes toreros, como en el vino los grandes vinos o en la literatura los grandes escritores. Lo de redentor se lo ha inventado él; como lo de mesías y cosas similares otros. Yo, en mi vida, y tengo 41 años, no he visto un torero igual. En mi caso escribiría que es sólo el mejor torero que he visto nunca; una apreciación personal que tiene el valor relativo de las apreciaciones.
He aquí conclusión personal: Creo que Antonio Lorca es sólo un buen crítico (al que admiro y respeto) que se suele equivocar tanto o más que José Tomás; mucho menos que yo, pero que en esta ocasión se ha dado de bruces con una historia inventada por él y alentada, entre otros medios, por su periódico, que es el único de España que le ha publicado una entrevista; múltiples reportajes, fotografías de estudio y de posado, etc… No puede haber peor cosa para un periodista que acusar a un protagonista de la realidad de haberse convertido en algo que se ha alentado con profusión desde el medio en el que se escribe. Lo siento mucho, pero si no escribo esto reviento.