El día que reapareció José Tomás en Barcelona hace dos años vino un tipo y me llamó a la cara asesino y algún epíteto más de parecida estofa. Yo, que iba a los toros con mi hermana y un buen amigo dispuesto a emocionarme y a soñar, le espeté: ¡Asesino lo serás tú, imbécil! y le puse el dedo como hizo Serfafín Marín ayer cuando salía triunfante de La Monumental. No soy partidario de entrar en provocaciones pero de ahí a aguantar que te insulten por ejercer la libertad va un universo. ¡Enhorabuena Serafín! (por las dos orejas y por el pepinazo).
o Foto de Jesús Brinoes, de Mundotoro; a través de Cuchilladas D.C.