Diego Urdiales torea hoy en Las Ventas la corrida Goyesca de la feria de la Comunidad y asegura que esta temporada le van a exigir mucho más (foto: Paloma Aguilar)Diego Urdiales afronta hoy la primera de las tres corridas en las que va a participar en la plaza de Las Ventas durante el mes de mayo. El compromiso del sábado está repleto de significados ya que se trata de una corrida de carácter goyesco que se celebra en Madrid en su día de la Comunidad y en la que el torero riojano, como el resto de los compañeros del cartel (el rejoneador Javier San José y los matadores Miguel Abellán y Luis Bolívar), se vestirán para la ocasión con ternos que recordarán a los atuendos que plasmó el genial pintor aragonés en sus inquietantes aguafuertes y en sus impresionantes tauromaquias, en las que, por cierto, retrató al lidiador calagurritano Juanito Apiñani realizando el salto de la garrocha en Madrid. ‘Ligereza y atrevimiento de Juanito Apiñani en la de Madrid’, tituló el pintor aquel grabado. Pero además de las reminiscencias riojanas en la obra de Goya, Diego Urdiales volverá al ruedo más importante del mundo frente a la misma ganadería con la que triunfó en la Feria de San Isidro, la de Carmen Segovia.
- ¿Cómo afronta la corrida?
- Con toda la intensidad del mundo porque es algo impresionante poder actuar tres tardes en mayo en Las Ventas. Esto es un auténtico privilegio y voy muy concentrado y con mucha confianza en mis posibilidades.
- ¿Qué importancia tiene el que la ganadería sea la misma con la que logró la decisiva oreja del pasado 13 de mayo?
- Eso nunca se sabe, pero a priori puede ser una garantía de que la ganadería tiene muchas posibilidades de embestir. La procedencia que tiene es muy buena porque son toros con orígenes en la vacada de ‘Torrestrella’, y el año pasado en esta plaza dieron muchas opciones. Pero, en realidad, eso nunca se sabe del todo.
- ¿Cuáles son sus esperanzas?
- Voy a salir a buscar el triunfo, sueño con la Puerta Grande, pero ese tipo de cosas son muy complicadas de decir y mucho menos de pronosticar. Madrid es una plaza que ha sido crucial en mi trayectoria, el año pasado me catapultó, pude hacer tres veces el paseíllo en ella con un balance de dos orejas, pero sobre todo con la sensación de que mi forma de concebir el toreo había calado entre sus aficionados. Eso me llena de orgullo y a la vez de responsabilidad porque ya no soy un desconocido y me van a exigir mucho más.
- Se trata de la primera corrida para usted en la temporada. ¿En qué medida le puede influir?
- Es verdad que es la primera corrida y encima en Madrid, pero en ningún caso me puede afectar. Este año he toreado mucho en el campo, como nunca, pero me hubiera gustado poder haber hecho el paseíllo en algún sitio. Se habló de Castellón, Valencia e incluso de Sevilla, pero al final me quedé fuera. De todas formas, el año pasado llegué mucho menos rodado que éste y las cosas me salieron muy bien.
- ¿Lo pasa mal antes de una corrida de tanta responsabilidad?
- Es duro porque estás deseando que llegue el momento de verte en la plaza. Quizás para mí son los peores instantes que tiene que soportar un torero. Luego, en el ruedo, las cosas las ves de otra forma.
- ¿En qué cree que ha mejorado durante este invierno?
- Me considero una persona muy metódica y he entrenado todos los días sin descanso. He hecho mucho toreo de salón, que para mi sentimiento es algo fundamental, y también campo, mucho campo. He tenido la suerte de participar en infinidad de tentaderos, más que en toda mi vida, y eso me ha dado más oficio, más seguridad. Mi meta es torear cada día mejor, más despacio, con más sensibilidad.
- ¿Impone mucho respeto una plaza como Las Ventas?
- Desde luego. En Madrid se respira una seriedad total, la competencia entre los toreros es máxima y el público es muy exigente. Es la primera plaza del mundo, pero le aseguro que torear en ella y ver a toda la plaza jaleando un muletazo es una sensación maravillosa.
- ¿Tiene el traje goyesco ya preparado?
- No. Esta noche (por la de hoy) me lo va a traer el mozo de espadas al hotel. Se trata de un vestido muy especial, casi para un solo día, y es muy diferente al norma de una corrida. Sé cosas de él como el color, pero cada bordado es diferente y todavía no sé muy bien cómo va a ser.
- ¿Qué le han dicho de la corrida?
- Luis Miguel Villalpando la ha visto en el campo y aunque es muy seria, lo que me ha contado es que está bien hecha y tiene armonía. Lo que hace falta es que embista.
o Diego Urdiales saltará al ruedo de Las Ventas con Luis Miguel Villalpando, el calagurritano Víctor García ‘El Víctor’ y Juan Carlos Tirado, como hombres de plata. Manuel Burgos y Manuel José Bernal serán encargados de picar una corrida que llegó el jueves a Madrid con ocho toros, todos aprobados en el reconocimiento previo.
o Un invierno lleno de tentaderos. Álvaro Núñez del Cuvillo, uno de los ganaderos más prestigiosos de la actualidad –no en vano su ganadería es una de las preferidas por diestros de la talla de José Tomás o Miguel Ángel Perera– le ofreció la posiblidad a Diego Urdiales de realizar un tentadero en su casa. El propio criador dijo, en el programa ‘Sol y Sombra’ de Punto Radio, que le sorprendió la técnica del torero riojano y su concepto de la tauromaquia. Urdiales tentó aquella jornada cinco vacas en la Finca de ‘El Grullo’ por la tarde y otras tantas por la mañana en otra dehesa cercana. Ése ha sido el ritmo del invierno del diestro arnedano: «Ha sido la primera vez en toda mi vida que he podido hacer algo así durante estos meses, he estado en ganaderías de mucha categoría y me ha servido para mejorar aspectos ténicos y ahondar en el oficio». Otro de los tentaderos más llamativos de Urdiales fue el que vivió en ‘Las Tiesas de Santamaría’, la finca de Victorino Martín: «Allí he estado dos veces, pero la segunda de ellas pude cuajar una vaca a placer y eso me infundió una moral enorme». Y es que para Diego Urdiales la preparación es algo clave: «En ese sentido soy una persona muy meticulosa, me cuido mucho y he entrenado todos los días. Además, una de las claves es torear mucho de salón con el fin de lograr un control absoluto del cuerpo y de los engaños, del vuelo de la muleta y del capote». (Artículo publicado en Diario La Rioja).
