Los que siguen Toroprensa saben que bebo los vientos por el arte de Enrique Morente, por su increíble capacidad creativa, por su dulzura flamenca y por la inteligencia que desparrama en cada tercio de sus cantes. En fin, amo su flamenco por tantas cosas que no sabría por donde empezar. Y como Toroprensa llega con ésta a mil entradas, os dejo este regalo (hallazgo) en el que podemos disfrutar del maestro en unos cantes de romería con la guitarra de Niño Josele en la sencilla sobriedad de un estudio de grabación, que por lo visto está en Nueva York. ¡Ea!, que lo disfrutéis