martes, 30 de diciembre de 2008

Duquende: «Paco de Lucía me hizo crecer en el flamenco sin darme cuenta»

El cantaor Duquende, acompañado por Chicuelo a la guitarra, actúa esta noche en el Palacio de los Deportes de Logroño

«Paco de Lucía es un auténtico genio. No hay nadie como él en la guitarra; tanto es así que su influencia en mí fue tal que me hizo crecer en el flamenco de una forma brutal sin darme cuenta». Así relata Juan Cortés ‘Duquende’ la influencia del maestro de Algeciras en su carrera, en su sentimiento y en el metal de una voz que no puede –ni quiere– renunciar a la esencia de Camarón: «José era un mago de la música y es un orgullo y un honor que me puedan comparar con él; siempre me acuerdo de su esencia al cantar, como del Tío Borrico, de Talegón o de Terremoto. Ellos son los maestros y para cantar bien hay que ser de esa escuela, ser capaz de continuar su senda aunque buscando uno mismo su propio estilo, su personalidad, aunque sin renunciar a los grandes maestros», apostilla. ‘Duquende’ nació y reside en Badalona y es uno de los puntales actuales del flamenco: «Es que en Barcelona lo que sale sale. Y el que tenga duda de lo flamenca que es Cataluña que no se olvide de la más grande, de Carmen Amaya, porque no ha habido otra como ella y nació y se hizo bailaora en estas calles y en esta ciudad». Juan Cortés tiene un cartel enorme fuera de España e incluso, su último disco lo ha grabado en París: «El flamenco es un idioma universal que llega por el corazón. Vengo de actuar en Viena y la gente vibraba... Es muy hermoso llegar a las personas con nuestro metal, con esa vibración tan gitana». Para el concierto de esta noche viene con el compás de Chicuelo: «Nos conocemos desde chiquetitos y me entiendo con su guitarra a la perfección. Todavía no sé lo que vamos a hacer, sólo espero que esta noche nos llame Dios para dar la gloria a la gente y soñar, porque el cante es sobre todo soñar». Pero siguiendo con Paco, Duquende asegura que fue capaz de darle otra dimensión: «Me hizo evolucionar de tal manera que ahora, y sólo y con la guitarra pelaílla, me recrezco en el escenario».

o José Tomás y el cante gitano. Duquende ha compartido road manager con José Tomás, aunque en el caso de los toros, el polifacético Salvador Boix actúa como apoderado: «Me encanta el toreo, no tanto como el flamenco porque desde que me levanto hasta que me acuesto vivo en cantaor, pero alucino con José Tomás, soy amigo suyo y me identifico con los espectadores que se quedan asombrados con él cuando se planta en el ruedo. Todo el mundo se queda en silencio; expectante, sabiendo que lo que él hace es algo trascendental. Hay muchas cosas en común entre el flamenco y el toreo, ese rumor, esa sensación emocionante. No sé cómo describirlo, pero existe y está ahí». Para Duquende el cante flamenco tiene un gran componente gitano: «Respeto a todos los cantaores, pero en el cante el gitano se expresa de otra manera, como con otro gracia, con un acento especial. A lo mejor es porque nos salen las palabras de forma diferente: pare (padre); probe (pobre). Pero el cantaor gitano lo cuenta con un metal distinto. Eso es algo natural que lo tenemos impreso en la sangre». Duquende recuerda sus anteriores actuaciones en nuestra ciudad con sumo agrado: «La última vez estuve con Paco de Lucía en la gira de Cositas Buenas y también guardo con cariño y respeto la actuación en los Jueves Flamencos», que se celebró en el Salón de Columnas el once de marzo de 2004. Juan Cortés (Sabadell, 1965) fue descubierto por Camarón cuando sólo tenía nueve años. Le hizo subir al escenario para que cantara, ocupándose él mismo de acompañarle a la guitarra y está considerado por los aficionados y por la crítica como uno de los principales baluartes del flamenco; posee un valiosísimo repertorio de discos y ha girado por todo el mundo.

o Esta entrevista la he publicado hoy en Diario La Rioja.

lunes, 29 de diciembre de 2008

La gran apuesta

La empresa de La Maestranza anuncia el primer gran duelo de la temporada: Morante y ‘El Cid’, mano a mano, frente a victorinos en Sevilla el jueves de preferia

Sevilla busca su torero. En los últimos años ese cetro está en poder de ‘El Cid’, quien merced a sus faenones a los victorinos impone año tras año una dictadura de triunfos que nadie osa a discutir en el coso del Baratillo. Sin embargo, Morante de la Puebla, hace dos temporadas dejó sobre el albero maestrante una tarde que pasó a los anales por su inspiración. Y es que Morante de la Puebla es torero, personaje y persona, contradictorio como el vino añejo que mueve sus moléculas cuando lo citan para transformarse en hilo de delicados aromas. Y qué dislate verle hundido torear para sí, con la cabeza entreverada, con la misma testa que antes le querían sesgar a los que un segundo después se hacían partidarios suyos para la eternidad. Aquella tarde terminó con el cuadro y empezó a larvarse una competencia con el otro torero sevillano de las ferias: ‘El Cid’, que reinaba a la vez en Sevilla y Madrid. Y ahora, la empresa Pagés, que regenta la Maestranza, ha asestado el primer golpe de mano del año al anunciar para la feria uno de los carteles con más expectación de los que pueden concebirse (en Sevilla, y sin José Tomás ni Perera en el mismo): un mano a mano de dos toreros sevillanos, Morante de la Puebla y El Cid, frente a toros de la mítica ganadería de Victorino Martín. Será el 23 de abril, jueves de preferia. Eduardo Canorea, empresario de Sevilla, dijo que este era el cartel más esperado por la afición y cuando alguien le preguntó por la ausencia/presencia de José Tomás en La Maestranza un año más, dijo: «No estoy dispuesto a hablar de Tomás en un día como hoy»
.

o Este reportaje lo publiqué ayer en la página temática de toros de Diario La Rioja y la foto la encontré en la web de La Maestranza.

martes, 23 de diciembre de 2008

Felicitaciones toreras (porque me da la gana)

o Torear es sentir lo indeterminado y hacerlo nuestro.

o Torear es vivir cada segundo con un sentído íntimo de inteligencia preclara, descubriendo cada tic-tac de las manecillas del reloj a sabiendas de que los lances, a veces, son infinitos y se pasan en un suspiro.

o Torear es ver cómo pasa la muerte a su lado y enfrentarla al momento con la geometría más increíble que jamás se haya descrito.

o Torear es una ciencia infusa, difusa y para nada rimbombante.

o Torear es la esencia misma de la dialéctica, de la métrica romana, del intimismo.

o Se torea porque se ama; porque se llora, porque se desea asumir una grandeza espiritual tan íntima que no existe poeta alguno capaz de describirla.

o Torear es sentir el brillo de una estrella y extasiarse.

o Torear es converger en una mirada de alguien y ver cómo fluye desde dentro un sentimiento excelso, una corazona, un guiño al destino.

o Me gustaría ser capaz de torear porque me sueño en ello y cómo no sé asir muleta ni espada, me conformo por emborronar unas cuartillas con tan increíble embeleso.

[FELIZ NAVIDAD a todas las personas que emplean un momento de su tiempo paseándose por esta bitácora]

o Me permito robarle a Paloma Aguilar tan precioso lance de José Tomás, captado el pasado cinco de junio en Las Ventas porque esa tarde redescubrí, casi sin sospecharlo, la grandeza del toreo. Y a mi amigo y admirado Carlos Abella, le envío todo mi cariño en estos momentos tan duros.


domingo, 21 de diciembre de 2008

Miura, donde juguetean las especies










Acabo de encontrar en la revista francesa Terres Taurines esta bellísima fotografía. He ahí dos miuras imponentes; sardo el más adelantado, y parece castaño muy oscuro y albardado el que se protege tras el corpachón de su hermano. Apenas tres metros más allá, un espulgabueyes se frena sosteniéndose en el aire ante los morlacos. Y es una belleza la imagen: los toros como refrenados y el leve pajarillo sujetándose en el vacío. Aventuro que la hora es tardía, la noche está todavía lejana pero se adivina un atardecer anaranjado pero suave como el amarillento predio de esta parte de Zahariche. Miura tiene leyenda y encanto, belleza, potencia, amargura y genio... Qué nunca se pierda su esencia mítica, su descomunal algarabía donde juguetean las especies.

Adiós, bambino

Luis Francisco Esplá muestra sus deseos de despedirse de Logroño en San Mateo tras anunciar que la del año que viene será su última temporada en los ruedos

Luis Francisco Esplá se va de los toros. El bambino, tal y como se deja llamar en su entorno más próximo, anunció hace unos días en un céntrico hotel madrileño que será apoderado por Martínez Uranga (empresario de Las Ventas y su primer mentor hace 35 años), que dará la alternativa a su hijo Alejandro en la feria de Alicante y que al doblar el año se irá para siempre de los toros. «No tengo pensado un número concreto de corridas. Busco la máxima calidad posible sin darle vueltas a la cantidad». Y es que tal y como contó a los periodistas, para Luis Francisco Esplá ya ha terminado «la época del guerrero del antifaz; ahora quiero una temporada organizada y sin sobresaltos. Quiero que me saquen de ese tipo de corridas duras con las que he pechado tantos años, un adiós más desahogado», aseguró. En el programa 'Sol y Sombra', de Punto Radio La Rioja, también habló de sus planes con respecto a La Rioja: «Me gustaría mucho poder decir adiós a la afición de Logroño. El problema que he tenido con la empresa 'Chopera' ha derivado hacia cuestiones personales, pero ahora, a través de mi nuevo apoderado espero que las cosas se arreglen y pueda despedirme de una afición a la que he respetado profundamente durante muchos años». El torero alicantino todavía no tiene claro si actuará en Madrid antes de despedirse: «Me tienen que convencer», dijo; aunque sí aseguró que le gustaría estar en las principales plazas: Sevilla, Barcelona, Pamplona...». Sobre su hijo Alejandro Esplá, reconoció que si no hubiera sido por él «me hubiera retirado mucho antes». (Este artículo aparece hoy en la página temática de toros de Diario La Rioja y la foto, excepcional, es de Juan Pelegrín)


o El maestro Esplá y un poema irregular.

Mito y niño a la vez

Esplá, con la cara marcada;
agitador de causas imposibles
herido por la muerte que ni a rozarte se atreve
desmadejado en un suelo francés donde eres mito y niño a la vez
espuma y arena

Esplá granítico
Esplá imposible
Esplá impenetrable

Has surgido triunfal, redimido,
peregrino en un tiempo que no parece el tuyo
y has reaparecido en una mesa redonda
para filosofar con la herida fresca de la cicatriz cosida

Esplá, idolatrado por la intelectualidad, mito y niño a la vez
y por la gente misma que entiende tu lenguaje

Esplá que no vuelve la cara al toro
porque...
Esplá es granítico, imposible, impenetrable

sábado, 20 de diciembre de 2008

La periodista Maite Esparza da el salto a la literatura con un libro de relatos

La ternura, la ironía y el humor negro conviven en dieciséis cuentos protagonizados por personajes cotidianos

La periodista pamplonesa Maite Esparza, -rostro veraniego del programa de ETB 2 Pásalo-, ha dado el salto a la literatura con Hay cosas que conviene no preguntar, un libro de dieciséis relatos en los que conviven la ternura, la ironía y el humor negro. Personajes cotidianos, -como un gris oficinista, una universitaria o un propietario de un ciber-protagonizan historias donde cohabitan lo real y lo irreal.

"En ellas reside parte de mi visión de la realidad", comentó Maite Esparza. Asimismo, reconoció que los relatos beben de sus autores de cabecera, como Julio Cortázar, Milan Kundera o Mario Benedetti. La presentación del libro, que tuvo lugar el miércoles en la librería Elkar, recayó en el periodista riojano Pablo García Mancha, que conoció a la autora hace quince años, "cuando era una jovencísima aprendiz de periodista, en una Pamplona de escritos y sueños, que glosara José Antonio Iturri". De hecho, el libro está dedicado al periodista y escritor pamplonés, fallecido en 2005. "Uno de los primeros relatos que escribí se lo pasé a José Antonio", recordó la periodista ante la presencia de los familiares de Iturri". Aunque yo trabajo en el medio televisivo, en el que prima la imagen, yo decidí hacer periodismo porque me gustaba escribir y contar historias", señaló la autora. "Es un libro divertido y frágil", opinó García Mancha. "Maite Esparza escribe con ritmo cinematográfico, con tensión de película, pero también con la precisión de un cuento borgiano", añadió. Ganadora del Premio Navarra de Relatos (1997), Maite Esparza emprende ahora una nueva senda en su ya polifacética trayectoria profesional: trabajó como redactora en el programa Operación Triunfo o como adaptadora de contenidos para las guías de viaje Trotamundos.

o Este artículo ha aparecido en el Diario de Navarra, de Pamplona, y está firmado por la periodista Nerea Alejos. La foto es de Cordovilla.

jueves, 18 de diciembre de 2008

Al pan, pan y al vino, Rosa

Hay días que quisiera ser Rosa Díez; mejor dicho, no ella en carne mortal -Rosa es más rubia y está mucho más delgada que un servidor- sino como ella en acto para llamar a las cosas por su nombre y no renunciar, ni por un momento, a las ideas, las esperanzas y a algo tan poco palpable en nuestra clase política como es el sentido común, la libertad individual y la conciencia, palabras mayores pero que de tan manoseadas parecen huecas, falsas y, si se me apura, hasta un poco abyectas y subversivas.
Rosa Díez, con un escaño que parece la nada en ese proceloso océano del Congreso de los Diputados donde el implacable juego de las mayorías contra las minorías arrasa como un tsunami cualquier proyecto que no venga avalado por la firma del aparatich de turno, demuestra en cada intervención en plenos y comisiones que la inteligencia no es una cuestión a la que se renuncia automáticamente cuando entregan el acta, a pesar del absentismo, del votar con manos y pies a la vez o hacer de meros culiparlantes, tal y como actúan cientos de diputados en los pomposos, aburridos y cortos periodos de sesiones.
El martes, sin ir más lejos, Rosa Díez propuso a sus señorías -«para que la infamia no continúe»- disolver los ayuntamientos gobernados por ANV, justo el mismo día en el que el Consejo de Ministros de la Unión Europea incluía a dicha pantalla electoral de ETA en sus listas de grupos terroristas.
Pues bien, como era natural, y esperable, el PSOE se lió a gorrazos con el PP y éste a su vez con el PSOE. «Y usted más», se decían una y otra vez. Mientas tanto, la propuesta de Rosa Díez no prosperaba y los que callan y aplauden cuando se asesina o extorsiona continúan manoseando la vida de muchos ciudadanos en pueblos donde no hay libertad y en los que se financia con impuestos una banda asesina y criminal. ¿A que sí?

o Este artículo lo he publicado hoy en el Diario La Rioja en una serie que sale los jueves y tiene por nombre Mira por donde.

miércoles, 17 de diciembre de 2008

La voz de Miguel Poveda encabeza la edición más arriesgada de los Jueves Flamencos

El ciclo, que comienza el 15 de enero, apuesta por voces de cantaores nuevos con quejido jondo como Argentina, José Valencia y 'La Tremendita' y el clasicismo de Manolo Franco y Juan Villar

La XIII edición de los Jueves Flamencos del Teatro Bretón viene con la grata sorpresa de Miguel Poveda como cabecera de un cartel profundamente arriesgado en el que la organización apuesta sin ambages por el cante más profundo a través de voces nuevas –de calidad contrastada– en las que se denota una clara vocación por el flamenco más clásico, por los ecos más dolientes de un estilo que tiene en Logroño uno de los principales referentes en el norte de España. Pero por encima de todas las voces y nombres que se van a dar cita en la capital de La Rioja, y en uno de los momentos más inapelables de su carrera, destaca la presencia del cantaor catalán Miguel Poveda que, con su maravilloso disco 'Tierra de Calma' en su esportón, hará las delicias de una afición que para estas épocas del año ya está ávida de sentir en su piel el temblor de la soleá o la esencia de la malagueña. Miguel Poveda, además, arrancará el ciclo de una forma insopechadamente nueva: en la sala grande del Bretón y con el siempre impresionante sonido de 'Chicuelo' a la guitarra y el compás gitano de Carlos Grilo y Luis Cantarote. El cantaor barcelonés es la tercera vez que actúa en Logroño desde que se presentó en 'Actual' tras marcarse la Lámpara Minera que le lanzó a la fama a mediados de los noventa. Su último concierto en nuestra ciudad se remonta al año 2002, también vino con 'Chicuelo' y dejó una noche inolvidable. Otro de los habituales es el guitarrista sevillano Manolo Franco, que actuará en solitario en un concierto en el que dejará sus pinceladas el cantaor Paco Taranto. Las apuestas de este año vienen de la mano de 'Argentina', una cantaora de Huelva de la que se dice que trae una escoba bajo el brazo; el lebrijano José Valencia y la voz trianera de 'La Tremendita', muy en la escuela de 'El Turronero'. Otro de los que regresa a los carteles de los Jueves Flamencos es el gaditano Juan Villar, que lo hará de la mano de 'El Niño Jero', un guitarrista sobresaliente, de profunda armonía y de sorprendente sonidos. El ciclo se cerrará, allá en mayo, con Manolete, uno de los grandes maestros del baile, que vendrá con su propia compañía. La venta de abonos para el ciclo se desarrollará los días 18 y 19 de diciembre, de 11 a 14 horas, y las localidades sueltas, desde el 19 de diciembre.

o Miguel Poveda: El cante de Miguel Poveda abrirá los Jueves Flamencos en un concierto lujoso en el que también se anuncian 'Chicuelo' al toque y Carlos Grillo y Luis Cantarote al compás.
Manolo Franco: la guitarra de Manolo Franco, 'Giraldillo del Toque', es una de las habituales de este ciclo. En esta ocasión, el excelente guitarrista sevillano, viene como solista y se trae la voz de Paco Taranto. Argentina: María López Tristancho (Huelva, 1984) es una de las voces nuevas más increíbles del panorama jondo. Formada bajo la tutela de José de la Tomasa, es una de las apuestas del ciclo. José Valencia: José Valencia Vargas, (Lebrija,1975) es otro claro exponente de la renovación del cante. Su cercanía a Pedro Bacán y Manuel Morao explican por sí solas sus ansias creativas y conceptuales. Juan Villar: Juan Villar ya sabe lo que es cantar y triunfar en Logroño. Este gitano de Cádiz, con el toque del genial Niño Jero, volverá a arrasar con su bulería a compás y con el flamenco más camaronero. La Tremendita: nació en el sevillano barrio de Triana a primeros de julio de 1984, rodeada desde pequeña de arte y compás. Su bisabuela, 'La Gandinga de Triana', destacó sobre todo como gran saetera. Manolete: es un bailaor gitano nacido en las cuevas del Sacromonte Granada en 1945. Es un nombre irrenunciable para entender el sentimiento flamenco y la danza de los grandes maestros.

o Este artículo lo he publicado hoy en Diario La Rioja y la foto es de la web de Miguel Poveda.

lunes, 15 de diciembre de 2008

Zenón Goitia, matador de toros (un pequeño relato)

Logroño en la posguerra era una ciudad cárdena, como la tonalidad de la piel de los legendarios saltillos. También era oscura, aunque menos de lo que lo fueron otras como Madrid, o, sin ir más lejos, Burgos. La miseria era el estado normal de la mayor parte de sus habitantes. Y en aquel ambiente de mediocridad y desesperación lo mejor era ser torero. Al menos, así lo pensaba Zenón Goitia, novillero de Albelda, que estaba empeñado en que le saliera todo mal, y encima tenía un bajío desolador...

o Para seguir leyendo, pinchar aquí.

o Este cuentecillo lo publiqué en el libro Relatos Riojanos, editado por Diario La Rioja en 1995. (El dibujo es de Leza)

domingo, 14 de diciembre de 2008

Una cuestión de lealtades

Diego Urdiales apuesta por Luis Miguel Villalpando como co-apoderado, junto a Javier Chopera, para encarar con todas las garantías la próxima temporada

Hace apenas dos años Diego Urdiales mascullaba en silencio su desesperación. No toreaba, se veía apartado de todos los circuitos y sólo soñar con verse anunciado constituía algo menos que una utopía para casi todo el mundo, excepto uno entre unos pocos: Luis Miguel Villalpando, un torero de plata de la cuadrilla de Matías Tejela que conoció al riojano en una novillada y que siempre ha confiado en sus posibilidades. De hecho, los dos toreros han compartid cientos de horas de entrenamientos y confidencias de cara a estar preparado en el caso de que llegara la oportunidad. Y la oportunidad llegó, sonrió el triunfo y tras un año con orejas en Madrid, Bilbao o San Sebastián, la temporada que está a punto de comenzar se antoja clave en la carrera del diestro arnedano porque las primeras ferias pueden ser cruciales y Urdiales necesitaba a su lado una persona de las características de Villalpando, profundo conocedor del toreo, del toro y de las empresas.
Así que, tal y como se anunció en el programa 'Sol y Sombra', de Punto Radio La Rioja, el pasado jueves, Diego Urdiales ha decidido que Luis Miguel se incorpore a su equipo como co-apoderado –junto a Javier 'Chopera'-– y que a su vez permanezca como hombre de confianza en su cuadrilla, en la que permanece el calagurritano Víctor García 'El Víctor'. Urdiales explica los motivos: «Ha sido una persona que siempre ha estado a mi lado; es mi amigo, mi compañero, sabe de toros como pocos y me conoce como nadie. Era perfecto». Luis Miguel Villalpando, por su parte, admite el reto tan importante que afronta: «Diego es una persona muy auténtica, a la que quiero y respeto. Para mí es un paso fundamental porque dejo la cuadrilla de Matías Tejela –con el que mantengo una relación extraordinaria– y me enfrasco de lleno en la carrera de un torero en el que confío totalmente por su valor, hondura y clasicismo». Villalpando ha comenzado ya los contactos con las empresas de las plazas que abrirán la temporada: «Todavía es muy pronto para decir fechas, sitios y ganaderías, pero la receptividad es máxima y espero que pueda empezar el año en ferias como Castellón, Nimes, Arles o Valencia, además de Sevilla y, desde luego, Madrid. Pero sin volvernos locos y buscando siempre ganaderías que embistan, como la de Victorino».

o La foto es de Fernando Díaz y este artículo lo he publicado hoy en diario La Rioja.

viernes, 12 de diciembre de 2008

Cuando me la imagino que un sol perezoso se atreve, no sin temor, a despertarla...

o El miércoles en Pamplona tuve la suerte de presentar el libro Hay cosas que conviene no preguntar, escrito por la periodista Maite Esparza, compañera de muchas historias inolvidables, pero sobre todo amiga. (Aquí dejo lo que dicen que dije...)

o Las fotos son obra del incombustible Patxi Cascante y en el acto, celebrado en la librería Elkar, de Pamplona, se dieron cita buenos amigos tales como Guren, Ana, Javi, Txanpi (el primer detenido de la Monarquía), Eduardo, etc...


Maite Esparza dibuja con múltiples escorzos un singular repertorio de personajes y tristezas, de historias, desencuentros y situaciones a veces imposibles en las que la imaginación se disputa contra la ternura el ritmo inapelable de sus palabras, el sedoso abanico de unos ecos en los que se apura por momentos el trazo firme y los perfiles de una mujer absolutamente poderosa que impregna el aroma de todo el libro de una rara sencillez habitada por ese punto de sofisticación que como una nube la rodea desde por las mañanas, cuando me la imagino que un sol perezoso se atreve, no sin temor, a despertarla después de una noche desenfrenada… de literatura, de Offenbach y REM. Al leer los cuentos, las historias, los relatos breves y las dispares aventuras que se aliteran con una radiante frescura en ‘Hay cosas que conviene no preguntar’, no he podido evitar poner el acento más personal e íntimo en los diferentes narradores y ejes de las dieciséis historias magistralmente entreveradas por la autora, que se convierte en hombre o nieto, en mujer madura, joven o gris oficinista, con tal desparpajo que cada narración parece mecida por una mano diferente en la que el hilo conductor se aprecia con nitidez en la inteligencia femenina que construye con suavidad pero sin temor al ocaso frases tan brillantes tales como 'Laia se agachó ante mí y acercó su cara a mi entrepierna como si fuese a abrir una nueva puerta en nuestra relación de amigas". También me ha emocionado el acento poético de muchas de sus miradas: "Las rocas de aristas afiladas, la espuma susurrando su nombre y un agua llena de invierno. Y un estruendo amortiguado por la bravura ensordecedora del mar. Después, todo negro". Pero me atrevo a subrayar con especial fuerza ese desdén suyo tan particular que brota sin artificios casi en cada una de las historias, en la piel de Avelio, en la dulzura tenue de María, aquella desdichada mujer que veía crecer torres de tostadas o en la doctora Aguirre.

Pero no he venido aquí para realizar un catálogo de su eficaz habilidad narrativa disgregada a través de personajes, protagonistas, papeles secundarios y amigos que relatan sus pasiones -altas, medianas y bajas-, sus miedos o, sencillamente, semblanzas de amor sostenido como la de Andrea y Pablo ("Me estoy poniendo preciosa. Así no tendrás que mirar a nadie más por la calle"). No. He venido impulsado por el afán que sólo puede inocular la certeza que abriga la amistad y no he podido resistir escuchar
su compás de narradora y sus detalles en cada uno de los bellos artificios que como una hidra ha ido componiendo en un libro divertido y frágil en el que no queda resquicio alguno para la improvisación. Por eso no me ha costado nada adivinar entre sus adjetivos a esa jovencísima aprendiz de periodista que conocí hace algo así como quince años en una Pamplona de escritos y sueños (que glosara José Antonio Iturri), en una ciudad que se alumbraba a sí misma cada día y en el que agonizaba un periódico que nos dio cobijo y sustento, que nos hizo entender que el periodismo no tiene margen para la literatura pero que el periodista si se quita su miedo a crecer puede acceder a algo tan increíble como penetrar en el soliloquio donde se encierran los temores del ser humano, sus odios, sus espantos, pero también las esquinas y los salones donde se desenvuelven la ternura y el cariño, el oficio y la amistad. Suelo desconfiar de las personas desapasionadas, me dan miedo, me interrogo con qué conmueven su epidermis cuando cierran los ojos y por eso, quizás, soy incapaz de pasar un día sin leer. Habla Maite de Milan Kundera, hace unos días lo querían hundir en los periódicos, y él nos enseñó que "la gente grita que quiere crear un futuro mejor, pero eso no es verdad, el futuro es un vacío indiferente que no le interesa a nadie, mientras que el pasado está lleno de vida y su rostro nos excita, nos irrita, nos ofende y por eso queremos destruirlo o retocarlo". Así somos cada uno de nosotros, como piedras que chocan cada día contra su porvenir y pretenden esquivarlo y esquivarse a sí mismas, quizás como Teresa, la del otro día, la del bar; quizás como Ione, que descubre atribulada que como San Agustín, ella era otra y estaba en las dos al completo. No sé, pero hay en los textos de Maite una sutil disquisición entre la vida y la desesperanza, como si ambos conceptos tuvieran que estar siempre separados por el rubor del tiempo. A veces, nos alcanza la amnesia y pensamos que al cerrar los ojos el resto puede desaparecer como por ensalmo. Pero lo cotidiano sigue sobre la mesa de forma inevitable y como en ella siempre ha existido un desasosiego continuo, una pasión con ausencia de visceralidad, las historias no son como los años que tienen el defecto de acumularse –ahora parafraseo a otra vez a Iturri– si no que van aupándonos una a una a una escritora sensible que capta con ironía la muerte y la vida pero que cuando le da gana es capaz de hacer aflorar en sus renglones galeradas de tinta cargadas de una singular ternura, como cuando habla de la abuela aquella que tejía como Mariana Pineda una manga interminable en una madrugada de lana.

Maite Esparza escribe con ritmo cinematográfico, con tensión de película, pero también con la precisión de un cuento borgiano al estilo del fabuloso libro de los seres imaginarios. Y eso se nota al describir imágenes para crear conceptos, lugares extraños o cielos de piedra. Los personajes van de dentro hacia afuera casi siempre y a pesar de la brevedad y de la aparente inconexión entre las historias, ha sido capaz de tejer una asombrosa urdimbre de retratos de la realidad y de sus protagonistas. Quizás esta sensación que ahora brota en mi no es más que un presagio certero de que Maite tiene un recorrido aún insondable como escritora, como mujer, y si me permitís decirlo, también como amiga mía del alma.

o (En Pamplona, 10 diciembre de 2008).

jueves, 11 de diciembre de 2008

La barba de Pep

No me gusta mucho el fútbol, lo reconozco; pero cada vez que veo a Pep Guardiola en las estribaciones del banquillo de Barça, con esa barba que no es barba porque una amiga mía dice –toda convencida ella– que no pincha, con esos trajes oscuros de Armani que ahondan su poco disimulada delgadez, con la corbata como suelta a lo Brad Pitt en Ocean’s Eleven y esa mirada lánguida, sucinta, pero tan convincente que hasta Samuel Eto’o le hace caso y corre como una gacela desbocada por la banda, es que me derrito... de envidia, claro.
Primero, porque ni me caben sus camisas y mi barba desarreglada es algo así como un desconsuelo en comparación con la del noi de Santpedor, que luce –quizás sin saberlo ¿o sí?– aire de intelectual nada relamido cuando se pone brazos en jarras mimando a Messi con los ojos o se abraza sin estridencias con Pujol tras un despeje in extremis.

Segundo, digámoslo ya, porque soy del Madrid y estoy harto de tipos mal encarados en los banquillos al estilo de Bernd Schuster –felizmente decapitado– que parecen comer vinagre, vivir sin que les llegue para pagar el cole de los hijos a final de mes y porque más que hablar, lanzan extraños artificios por la boca ganen o pierdan, empaten o les pregunten si han pensado ya el número de la lotería que van jugar en Navidad. Pero Pep no. Pep se atusa esa barba que no pincha en sus ruedas de prensa, mira a los ojos de los periodistas y rehuye los topicazos con elegancia, sin caer en el realismo mágico aquel de las frases untuosas de Valdano –que me sacaba de quicio con el florido pensil de su retórica– o en la ñoñería habitual de «los partidos duran noventa minutos». Pep, con su corbata sin atragantar y su barba polisémica y distraída, se desliza en la rutinaria pasarela del fútbotcon un señorío que ya lo quisiera yo pa mi Madrid.

o Este artículo lo he publicado hoy en el Diario La Rioja en una serie que sale los jueves y tiene por nombre Mira por donde.

miércoles, 10 de diciembre de 2008

El medio, el mensaje y la zafiedad

Las pintadas en Logroño no son ninguna novedad. Pasear por ellas, contemplar sus mensajes y descifrarlas, es una aventura que ha perdido sus riesgos. Hace unos años era más fácil emocionarse porque aquellos mensajes –como el mítico milana bonita de la fachada del Instituto Sagasta– han dado paso a vulgaridades del tenor del tonto el que lo lea.

Un día un grupo de alumnos del Sagasta llegó a clase con un temblor en las piernas. No sabían muy bien la razón pero dos palabras les habían interpelado hasta lo más hondo de sus entrañas. Dos palabras, “milana” y “bonita”, de trazo nervioso y blanco, que aparecieron en una de las paredes de su instituto. Dos inofensivas palabras que les taladraron la mente sin saber las razones pero que describían una angustia poderosamente humana, una razón para vivir que entroncaba perfectamente con los mensajes que les hacía llegar cierto profesor de literatura, que con sus manos, chaqueta e incluso barba embadurnada de tiza, les hablaba de obras como ‘Nada’, ‘Tiempo de silencio’ y claro, Los ‘Santos Inocentes’. Muchos de aquellos alumnos barruntaban que el autor de aquel mensaje no podía haber sido otro que dicho profesor de literatura, que harto de explicaciones sin eco, decidió cambiar la tiza por el spray para llegar a lo más hondo de sus sesudas peroratas. “El medio es el mensaje”, parecía querer decir el adusto maestro al grupo de barbilampiños alumnos de piernas temblorosas, que nunca más osó hacer novillos en unas tórridas clases en las que el mismísimo Umberto Eco hubiera gozado de lo lindo descifrando el alma de la semiótica. Quizás Umberto Eco sabía bien que todo era un espejismo, que el dolor no hay pared que lo aguante y que la literatura breve, tan breve, está condenada por los ácidos industriales que pronto convertirán a las paredes en impolutos lienzos sin posibilidad alguna para los poetas callejeros. Y quizás sea una suerte, porque dejando a un lado los graffitis –algunos de ellos verdaderas maravillas de encriptados mensajes y coloreados hasta la desesperación– el nivel literario de los textos que jalonan la mayor parte de las paredes ciudadanas han perdido el sentido y hasta la más mínima gracia: abundan los insultos, las gurripinas y mensajes fascistas que no merecen ser reproducidos. Las pintadas ahora son caldo de cultivo del mal gusto y de la zafiedad y aunque alguna de ellas describan amores infinitos –“Alejandro, le has dado más luz a mi vida que el mismo sol. Te amo, Cris.”– lo cierto es que de la globalidad de estos actuales iconos anónimos es aconsejable prescindir en un abrir y cerrar de ojos. El medio es el mensaje, decíamos, y también el no mensaje, el vacío más absoluto de contenido y la pauta para una reivindicación la mayor de las veces sórdidamente nihilista: “Si nadie estudia por tí, que nadie decida por tí”, proclama un trazo desvencijado por el tiempo y las estaciones en otro instituto. Casi todo lo demás ensucia. Hay rincones de la ciudad con un aspecto deplorable. Si fueran folios, no merecerían ir ni al contenedor del reciclaje porque la nula imaginación no hay manera de salvarla más que quemandola. Pero las paredes no arden y parecen aguardar estoicas a que los operarios municipales las liberen del peso de tanta vulgaridad, de tan poco gusto y de tanto insulto necio. Ha pasado el tiempo y muchos recuerdan a la “milana bonita” de las paredes de Sagasta, su hermosa interpelación, su solitario trazo que llenó no sólo la pared de aquel recinto, sino el alma de un grupo de alumnos de literatura que jamás ha olvidado el peso de aquellas dos palabras, tan sólo dos palabras, tan humildemente tiernas y tan cargadas de una belleza insondable y esperanzadora.

Fascistas, rojos y lelos
Es sabido que Francis Fukuyama se equivocó de pleno con su artículo “El fin de la historia”, tras la caída del Muro del Berlín, por cierto también pasto de millones de pintadas. Quizás en lo único que acertó aquel pensador –tan de moda en las universidades en los albores de los noventa– fue en predecir el ocaso de la imaginación en los medios escritos. “Como no hay reivindicaciones, lo mejor es no pensar, hacerse el loco y describir a contrapelo la realidad”. De ahí que abunden los yugos, las flechas, las hoces y los martillos y teléfonos inexistentes donde pueden llamar los lelos para insultar sin ton ni son.

o La foto que ilustra este reportajillo (que publiqué en La Rioja un ya lejano domingo de enero de 2002) delata el estado mental de un vecino de Logroño que escribió semejante cosa en una pared cercana a la Calle Laurel. La he encontrado en la interesantísima web bermemar.com

martes, 9 de diciembre de 2008

La liturgia del ruedo, de Santiago Amón

o Recojo tro artículo de Santiago Amón, en este caso publicado en la revista Cuadernos para el diálogo, una publicación esencial para entender la vuelta de la Democracia a España.

o La maravillosa foto es de Paloma Aguilar y el torero que aparece retratado en la imponente imagen es Serafín Marín.

Cierto que cualquier manifestación o congregación masiva necesita el consabido permiso gubernativo, y todo espectáculo al aire libre depende, por su naturaleza misma, de la buena o mala cara de los imponderables climatológicos, pero no es menos cierto, sin embargo, que el carácter explícito y enfático de "con el permiso de la autoridad y si el tiempo no lo impide" resulta propio, y muy propio, de la bien llamada fiesta nacional. Obsérvese, en primer lugar, que se habla de la autoridad sin adjetivo, la autoridad a secas o por antonomasia. El festejo queda a merced de la autoridad con mayúsculas, de aquella egregia investidura cuyo origen y destino no pocos quebraderos de cabeza procuraron a nuestros iusnaturalistas del Siglo de Oro. No, no se trata de un mero trámite burocrático; se alude, sin ambages, 'al poder en su más alta acepción y condición, y con el adorno de la inmunidad que lo define. El favor del cielo es invocado, por otra parte, en su más extremado límite: no es caso de un simple consentir, sino de un tajante no impedir. A golpe de pañuelo, el presidente concita el grito del clarín y el rugir de los timbales, cuya singular fanfarria decide el orden y concierto del restante y sucesivo acontecer. Allá, en las alturas, la figura del presidente, rodeado de pañuelos, e magnífica, mientras exhibe a gama multicromática y polisémica de sus decisiones absolutamente inapelables. Presiente por un par de horas, y con el eventual tratamiento de usía (del que ha de verse privado apenas concluya la corrida), gozará, en el ínterin, de unas atribuciones que sólo los Emperadores de la Roma clásica conocieron en los días de esplendor. Premios y castigos dependerán, en la plaza, del color de sus pañuelos, como vida y muerte dependían, en el Coliseum, del giro que imprimiera el César a su dedo gordo. Algo tiene el usía de taumaturgo o de simple prestidigitador, y es un gozo contemplar cómo muestra o escamotea sus pañuelos, rojos, verdes y blancos, con la gracia o el infortunio de complacer a la turbamulta, convertida en respetable, o de suscitar el enojo colectivo que en algunos casos llega a redundar, conforme a lo pactado, en la más absoluta falta de respeto. Todo depende del buen o mal uso que el usía haga de sus pañuelos; de la oportunidad cronometrada con que acierte a relacionar el cromatismo del respectivo significante. De nada vale el unánime flamear por parte del público si el presidente no asoma al balcón la prenda del caso, de acuerdo con el más enigmático de los códigos; que si el código de los mares es de banderas, el de las arenas es de pañuelos.

Derroche de vida
Fiesta arquetípica es esta de los toros, fiesta investida de un sentido litúrgico tan peculiar e insustituible que hasta su valoración más pesimista exige una cierta entonación de lenguaje. Cuando van mal las cosas del teatro, se habla de crisis (uno ignora cuántas crisis teatrales se han podido producir a lo largo de los últimos cuarenta y tantos años). Tampoco parecen haber ido muy bien, por tiempo tal, los asuntos taurinos. Nadie, sin embargo, ha hablado de crisis, sino de decadencia fila decadencia de la fiesta!),término que comporta una innegable magnificación de aquello mismo que trata de denunciar. Le decadencia es glorioso signo crepuscular, digno y muy digno de constituir, por sí mismo, un género artístico literario. Siendo signo distintivo de la festividad su carácter eminentemente improductivo, su' abierta condición de derroche, su específico matiz de pura y simple donación, sin recuperación posible, a ninguna mejor que a la de los toros cuadra cualquiera de tales notas y la complexión esencial de sus significados. Al derroche de luz, música, color, calor, broncas y ovaciones, palmas y pitos..., al mismo derroche económico (¡burla de inflaciones, oscilaciones y fluctuaciones!),la fiesta de los toros agrega el derroche de la vida en unas lindes y fronteras en que se han transcendido (perdón, transgredido) los derechos y las obligaciones, como al dictado de aquellas dos categorías que Bergson contrapone y denomina moral negativa y moral positiva. Distingue Bergson entre ambas formulaciones éticas, asignando la primera al ciudadano común, y haciendo exclusiva del héroe la otra. Aquélla se enuncia por vía de sistemática ("No hurtaras, no difamarás, no fornícaras...” y, así, hasta diez, hasta la cuenta completa del decálogo). Esta, por el contrario, se funda en una audaz afirmación transgresora, en dar un paso arriesgado más allá de los derechos y las obligaciones. Nadie, en efecto, está obligado a comportarse como un héroe, ni es quién para arrogarse derecho alguno de heroicidad. ¿Y qué es lo que hace el torero sino dar hacia adelante ese paso que, al margen de derechos y obligaciones, pone en juego su propia vida?

El héroe es el toro
Ha sonado la hora (esto es, ha sacado el presidente el primero de los pañuelos) y al instante se produce en la plaza una radical división territorial y jurisdiccional. A este lado de la barrera queda el feudo civil de los derechos ("He pagado -grita alguien desde el tendido- y tengo derecho a protestar') y la exigencia de las obligaciones ("Hay que obligar -matiza el convecino- a que se cumpla el reglamento'). Al otro lado del burladero se abre el temible reino de soledad. Torero y toro„ cara a cara, a cuerpo limpio y gentil, van a iniciar un juego en que la vida del uno corre peligro y está garantizada de antemano la muerte del otro. El héroe de la fiesta, así las cosas, es el toro. Puede el matador saborear, entre lance y lance, las mieles de la gloria o pagar con su sangre su osadía. No de igual modo el cornúpeta. Para él no hay opción, con él no va el dilema. Ha de morir necesariamente, en virtud de una sentencia inapelable, dictada fatalmente, con sobrada antelación y a espaldas de sus naturales 'apetencias vitales. Igual, exactamente igual, que acontecía a los legendarios héroes de Grecia. Vuelva usted los ojos al cartel y repare: "Con el permiso de la autoridad y si el tiempo no lo impide, serán picados, banderilleados y muertos a estoque seis hermosos toros, seis, de la afamada ganadería...". La sentencia está fatalmente dictada, aunque en homenaje a la arrogancia de los morituri, se la adorne con una nota de hermosura. También el torero encarna, sea en segundo grado, la imagen de la heroicidad, a favor de su inquebrantable moral positiva. Es él quien, por su cuenta y riesgo, decide pisar la raya que circunscribe y garantiza el orden civil; es él el que osa dar un paso arrogante hacia aquella otra región en que para nada cuenta ya lo exigible ni lo demandable. Buena prueba es que está solo, ofreciendo el temple, el del corazón y el de la muleta, a un hermoso animal, ayer bonancible, hoy enfurecido e igualmente solo, ante la expectativa general de una multitud bien nutrida y bien acompañada de su propio griterío, con todas las exigencias y demandas de su lado. Derroche, vida incluida, de un caudal energético eminente mente improductivo, o productivo, si se quiere, de belleza y nuevo derroche. "Sólo el derroche es belleza", decía William Blake. Postergadas o transgredidas ciertas y muy lamentables precisiones laborales, impuestas por el omnipotente mundo de la producción, la fiesta de los toros no es fiesta recuperable. Nada de lo que en el coso se teje y desteje admite recuperación alguna, si no es por vía de recuerdo.

Va y viene la tela, al compás.

o Publicado por Santiago Amón en Cuadernos para el diálogo (27/05/1978).

lunes, 8 de diciembre de 2008

Héroes, por Santiago Amón

Tengo el placer de traer a Toroprensa un maravilloso artículo del inolvidable Santiago Amón que publicó en 1985 en el desaparecido Diario 16

¿Tarde de toros? Lid, lance, «agonía», en su más estricto y contrastable alcance etimológico. A este lado de la barreta queda el feudo civil de los derechos («he pagado -grita alguien desde el tendido- y tengo derecho a protestar») y la exigencia de las obligaciones («hay que obligar -matiza el convecino- a que se cumpla el reglamento»). Al otro lado del burladero se abre el temible reino de la transgresión y la soledad. Toro y torero se dan a un juego en que la vida del uno corre peligro y está garantizada la muerte del otro. El héroe de la fiesta, en punto tal, es el toro. Puede y debe el matador salir airoso de la lid, del lance, de la «agonía». No así el cornúpeta. Para él no hay opción. Ha de morir inexorablemente, en virtud de una sentencia previamente dictada a espaldas de sus naturales apetencias. Igual, exactamente igual que acontecía a los héroes de la tragedia griega. También el torero encarna, sea en segundo grado, la estampa del héroe, a favor de su inquebrantable «moral positiva». Es él quien por su cuenta y riesgo decide pisar la raya que circunscribe y garantiza el orden civil. El es el que osa dar un arrogante paso hacia aquella otra región en que para nada cuenta ya lo exigible o lo demandable. Buena prueba es que está solo, ofreciendo el temple (el del corazón y el de la muleta) a un hermoso animal, ayer bonancible, hoy enfurecido e igualmente solo, ante la expectativa general de una multitud bien nutrida y arropada en su propio griterío, con todas las exigencias y demandas de su lado. Campo abierto a la lid, al lance, a la «agonía», que en lengua griega significa «combate». Necesarias, si no suficientes, dos notas vienen a certificar el designio singular del héroe la «ejemplaridad» y la «perennidad». La primera (signo inequívoco de una arriesgada actividad individual ante el pasivo admirar o disentir de los muchos) es propia y exclusiva del héroe. La otra (índice seguro de divulgación) depende enteramente del poeta. Las hazañas de Aquiles, «el de los pies ligeros», nos llegaron por la sola y clara virtud del canto homérico. Son, por el contrario, «héroes aquellos que, habiendo hollado cimas altaneras de ejemplaridad, no encontraron al poeta que los divulgara y les diera nombre. Singular y ejemplarmente «actúa» el atador en la arena del lance, de la lid, de la «agonía», sin aro aliado que su propia y atrevida «iniciativa», ante la «pasividad» (silenciosa o insultante, complaciente o airada) del público, cuya única opción participativa consiste en la contemplación de lo que otro confía, «suerte» por «suerte», al horizonte de la aventura. El torero «actúa» en plena soledad (en «soledad sonora»), sin más ley que la transgresión de la ley misma que ampara a una concurrencia presta en todo instante a invocar derechos y exigir obligaciones. En ello, y sin más, va su «ejemplaridad», quedando la «perennidad» a merced de voz ajena o disipándose para siempre. ¿Héroes de la tarde? El toro y el torero, y por este orden. La segura sentencia de muerte que pesa sobre aquél hace que su brío reviste en la arena, embestida por embestida, la nota del «protagonista». El riesgo con que el otro sobrepasa la raya de lo debido viene a adornarle, en calidad de «antagonista», de ejemplaridad, a la espera de la voz que divulgue su gesto.

«No te conoce nadie. No. Pero yo te canto./ Yo canto para luego... »

Así de esclarecidos dejó García Lorca ambos extremos en su «Llanto por Ignacio Sánchez Mejías». Extremo por extremo acaba de tener lugar la «agonía» en el ruedo de Colmenar. «Protagonistas» y «antagonistas» (ambas veces derivan de «agonía», cayeron al encuentro. Dejó «Burlero» en la arena del arrastre un surco negro y grana. Amortajado también de grana y negro se nos fue José Cubero «Yiyo». Venga el poeta y cante para luego, para siempre, la «ejemplaridad» de la aventura.

o Este artículo fue publicado en Diario 16 –(09/09/1985)– y lo he encontrado en la web de Santiago Amón, en la que se perfila así su biografía: se incorporó a la primera vanguardia poética de la posguerra colaborando en publicaciones ("Decaulion", "El pájaro de paja", ...) representativas del "postismo", el movimiento más vanguardista de aquel tiempo. Sus primeros ensayos sobre la materia estética ("Virgilio y el impresionismo", "El arte abstracto y la poética de San Juan de la Cruz"...), publicados en la revista "Índice", datan de los años cincuenta. Entre sus biografías destaca la dedicada a Giotto, y entre sus monografías, la escritura acerca del arte de Chillida. Ha colaborado en la práctica totalidad de las revistas de arte españolas y en unas cuantas extranjeras ("Aujour d'hui", "Derriere le miroir", "La architettura" ...), en periódicos tan importantes como "Corriere della sera", y ha prologado exposiciones en las más importantes galerías (Maeght, Marlborough, Claude Bernard ...). Perteneció al grupo fundador del diario "El País", en cuyas páginas ejerció la crítica de arte durante tres años. Ha colaborado en publicaciones de pensamiento (Revista Occidente), de opinión (Cuadernos para el diálogo), de historia (Historia 16), de información internacional (Correo de la UNESCO) y en periódicos nacionales como "ABC", "La Vanguardia", "Las Provincias", "Diario de Mallorca", "Diario Montañés"... Escribía una página semanal sobre urbanismo en "Diario 16". Fundador y director de COMUN (Arte, arquitectura, pensamiento y ciudad), dirigió hasta su desaparición la sección de arte de "Nueva Forma". Ha presentado programas de TVE ("Espacio XX", "Otros lugares y otros caminos"...) y estuvo a cargo de la sección de arte, cultura y patrimonio de "Antena 3". Fue vicepresidente de ADELPHA (Asociación de Defensa Ecológica y del Patrimonio Histórico y Artístico) y del Centro de Estudios Ambrosio de Morales. Premio Nacional, en 1976, a la mejor labor de defensa del Patrimonio Histórico - Artístico llevada a cabo en Prensa. Perteneció a la Junta directiva de ICOMOS (Comité Internacional de Monumentos y Sitios), dependiente de la UNESCO. Profesor ponente de la Universidad libre de Berlín. Profesor en cursos sobre Música Barroca y Rococó de El Escorial, miembro de honor del Instituto Francés de Madrid. Especialista en Picasso, siendo suyo el prólogo de "Guernica" de Juan Larrea. Es autor de la bandera y el escudo de la Comunidad de Madrid. Ha recibido a título póstumo, la Medalla de Oro de la Ciudad de Madrid. (Baracaldo, Vizcaya, 1927 - Valdemanco, Madrid 1988).

La estatua como desocupación activa del espacio; para mi amigo Gonzalo Ortigosa



Mi buen amigo Gonzalo Ortigosa atisba como muy pocos el secreto de los espacios y de los volúmenes; de los vacíos y de las perspectivas. El vacío es el único volumen experimental... He encontrado este maravilloso documento del maestro Santiago Amón y merece la pena disfrutar con él.

Sergio Domínguez coquetea con la elite

El rejoneador calagurritano hace balance tras su temporada más cuajada de contratos: «Estoy cada día más preparado y este año he logrado asentarme con triunfos en plazas de gran responsabilidad»

«Creo que ha sido una buena temporada porque además de crecer mucho como profesional he toreado bastante y cuando he tenido la oportunidad de medirme en plazas de relieve, como Logroño, Cáceres o Teruel, he triunfado y he demostrado que tengo argumentos para estar en las ferias y para vérmelas cara a cara con cualquier rejoneador». Así se resumen las impresiones del centauro calagurritano Sergio Domínguez, quien a pesar de contar sólo con 25 años, lleva siete temporadas en el escalafón superior y suma un elevadísimo número de corridas toreadas que le hacen acumular una experiencia impropia para un torero tan joven. La temporada 2008 comenzó de forma excepcional porque el tres de marzo logró un triunfo inapelable en una corrida del II Certamen de Canal Sur en el que impresionó a lomos de 'Ronda', 'Gallito' y 'Kilate' con cuatro orejas y un rabo, merced a una actuación memorable que le sirvió para llevarse el trofeo y para proyectar su nombre en una zona en la que prácticamente era un perfecto desconocido: «Aquellas corridas me dieron mucha moral y demostré que estaba preparado para dar el salto a las ferias, sin embargo, muy a mi pesar no me abrió las puertas de Madrid». Y es que Las Ventas es la plaza que le obsesiona al calagurritano: «He confirmado mi alternativa en Lisboa y Nimes y creo que estoy preparado para ese reto; además, para dar el salto al gran circuito es fundamental triunfar en San Isidro». Tal y como dijo en el programa 'Sol y Sombra', de Punto Radio, su apoderado Víctor de la Serna, esta semana ya se han establecido los primeros contactos con José Antonio Martínez Uranga para la próxima feria de la capital de España: «Las sensaciones que hemos tenido han sido bastante buenas. No podemos aventurar nada pero la realidad es que la presencia de Sergio Domínguez en Las Ventas está cada vez más cercana». A pesar de todo, el torero no desea especular: «Cuando sea será, prefiero no perder el tiempo con estas cosas». De hecho, cada mañana acude a su finca para preparar nuevos caballos: «Estoy muy ilusionado en dos equinos: 'Lagartijo', que va a andar muy bien en banderillas y 'Natural', un ejemplar de quiebros y piruetas del que espero grandes tardes». (Artículo publicado en la página temática de toros de Diario de La Rioja; la foto es de Justo Rodríguez).

o Las estadísticas de la temporada de 2008: Festejos: 49. Orejas: 78. Rabos: 3. Faenas de dos orejas: 22. Reses lidiadas: 96.
o Las mejores tardes: Sergio Domínguez logró el premio al mejor rejoneador del II Certamen de Canal Sur y salió por la puerta grande, entre otras plazas, de los siguientes cosos: Atarfe (2 veces), Talavera, Cáceres, El Ejido, Teruel, La Roda, Alfaro, Simancas, Ampuero o Medina de Pomar.
o Los caballos más destacados: 'Gallito' y 'Kilate' han sido las estrellas de la cuadra, sin olvidar a 'Gualdalquivir', 'Ronda' y 'Oasis'.

sábado, 6 de diciembre de 2008

Santiago Amón y Antoñete



El toreo dicho por dos maestros: Santiago Amón y Antonio Chenel Albadalejo. Merece la pena ver y disfrutar de esta maravillosa entrevista que por una casualidad he encontrado en Internet.

jueves, 4 de diciembre de 2008

La eternidad según Solbes

En la película ¡Arriba Azaña! un jesuita algo menos que preconciliar explicaba a un joven estudiante que la eternidad era tan imponente y misteriosa que para concebirla había que imaginarse una bola de acero del doble del tamaño de la tierra. Entonces, cada trescientos mil años –más o menos– un pajarillo rozaría con su ala derecha la susodicha bola y cuando por efecto de la erosión del leve contacto de las plumas con el acero despareciera el imaginario planeta ferroso, entonces, y sólo entonces, habría comenzado la eternidad. Esta disparatada, pero divertida disquisición existencial tiene tela, sin duda, pero asomándose al patio de nuestra economía política me parece que la eternidad no es tan complicada de definir. Es más, creo que la eternidad es exactamente el tiempo que ha trascurrido desde que el vicepresidente Pedro Solbes dijo en un debate televisivo electoral –¿se acuerdan?– que nuestra economía iba tan viento en popa a toda vela que esperaba crecer a un ritmo del 2,7% durante 2008, y la última de sus previsiones tras saberse que ya hay casi tres millones de parados en España: «El año 2009 va a ser peor que 2008».Y lo más alucinante es que Solbes no tiene ningún empacho en reconocer ahora que estos datos «no son ninguna sorpresa» y que el aumento desbocado del paro «es el problema más grave que nuestro país tiene en este momento». Estos meses, en los que han caído bancos, constructoras, inmobiliarias y miles de empresas, se han llevado en su furor especulativo el trabajo de unas 6.000 personas al día, el paro ha engordado en un año en casi 900.000 trabajadores –el mayor de la historia– y el motor de nuestra economía, la construcción, ha aumentado el número de desempleados en una cifra que se antoja vergonzosa: el 106,7%. ¿Podemos siquiera comparar estas cifras a la eternidad del caduco jesuita preconciliar?

o Este artículo lo he publicado hoy en el Diario La Rioja en una serie que sale los jueves y tiene por nombre Mira por donde.

martes, 2 de diciembre de 2008

Clandestino pero natural
















Rescato de mi móvil un natural clandestino en la soledad del Frontón Adarraga.
Vacío de público, sin puros ni apuestas.
Titín III se había ido a buscar el material
Y Diego Urdiales, de calle, se hundía en sí mismo buscando el aliento imperecedero del lance mil veces repetido, pero siempre distinto; cada tanda nuevo: afrutado en primavera, transgresor en otoño, macerado en verano y sutil en invierno.
Titín III volvió pronto para unirse a la fiesta; algún curioso, alucinado, se quiso asomar al momento.
Era el final del verano y apenas faltaban tres días para San Mateo.

o Esta imagen la capté mientras realizábamos este reportaje para Diario La Rioja: Mano a Mano.

lunes, 1 de diciembre de 2008

El toreo es un ritmo incesante (para Carmelo Bayo)

El toreo es un rito donde, casi siempre, manda el corazón.

Me recreo con él cuando cierro los ojos y me imagino el claroscuro de silencios que se citan en el alma al traspasar un natural, un pase de las flores o un ayudado por bajo.

El toreo es una cita con lo inconsciente que habita en cada cual.

Por eso cuando se lancea se olvida uno mismo hasta del porvenir, te abandonas en un increíble sueño donde no habita otra cosa que no sea la creación, la dicha infinita que aflora en el diálogo entre el animal y el hombre.

Y ese afán, que lo conoce Carmelo Bayo como pocos, es un arte único.

Por eso retrata mucho más que el torero y el toro cuando los dibuja.

Se mete en su propio corazón, en la esencia donde reside el íntimo secreto de la torería, de la razón incorpórea que supone desabrigar el tiempo de todo lo que le rodea para ver en pureza la suave magia del aire que conmueve cada muletazo, cada embroque.

El toreo es un suave peregrinar por ritmos que no tienen atuendo.
No hay nada que explicar cuando un misterio lo rodea todo como la niebla.
Como la lluvia que perezosa empapa, como un tren cuandro frena violento y chilla.

El toreo es un ritmo incesante.
Pero también silencio oculto, mirada traviesa, anochecer, llanto.

o Dedicado a Carmelo Bayo porque amo el toreo y cuando me hacen soñar como él consigue soy más dichoso.

La tierra de los mil manjares

o El amplísimo abanico gustativo de La Rioja sorprende al viajero por sus tradiciones y productos. El Otoño es la estación en la que empieza la matanza

o La foto es de Alfredo Iglesias, corresponde a una degustación de rabo de toro en la sociedad gastronómica La Becada, de Logroño, y este artículo lo he publicado en el Suplemento Viajar, de Abc)


Las estaciones marcan en La Rioja costumbres y afanes, ritos, labranzas y también los ritmos de los pucheros para la pitanza porque en esta tierra de vinos y moras, de setas, legumbres y verduras, el alimento del cuerpo no se deja nunca al libre albedrío ni a la improvisación. De hecho, desde el calendario nos asombran dos santos que marcan las fechas de uno de los rituales gastronómicos claves de estos pagos: la matanza, que empieza en otoño por San Martín y que se disipa en el calendario hasta San Antón, con los fríos de unos inviernos que se redimen con morcillas (dulces o saladas), chinchorras, hígados encebollados con migas de pastor, lomos para embuchar o los primeros esbozos de ricos chorizos, amables salchichones y rotundos jamones que se sumergen en sal y duermen bajo pesadas piedras para que maceren los sabores serranos al amor de unos aires cromáticos que brotan a la vera del San Lorenzo y que recorren el Valle del Ebro hasta los ribazos del Monte Yerga, casi en Alfaro, en tierras del Cidacos donde se hermanan las garnachas con tablas de olivos centenarios.
Y es que La Rioja es un vergel y eso se reproduce milimétricamente casi en cada hogar y en cada momento. Así, en gran parte de las localidades de esta tierra se celebran mercados un día a la semana en los que productos hortofrutícolas y elaboraciones artesanas constituyen la base de unos puestos en los que brillan productos deliciosos como alcachofas, coliflores de Calahorra, pimientos, quesos de Cameros, peras de Rincón de Soto, ciruelas claudias, aceites de sorprendentes almazaras o verduras como borrajas, calabacines, acelgas y alubias. El abanico gustativo es tan sorprendente que la propia geografía gastronómica de La Rioja puede distinguir también las comarcas de La Rioja Alta y La Rioja Baja en la ribera del Ebro, y las tierras serranas asentadas en el discurrir de los ríos que descienden con parsimonia desde las montañas a los enclaves del valle. Por eso, un atractivo único de La Rioja es disfrutar de la verdura el mismo día en que se ha recogido en la huerta, del aroma de la ternera guisada de los Cameros o la chuletilla asada usando los sarmientos de las vides recién podadas, sin olvidar las becadas y la caza menor en los pueblos de las comarcas más montañosas. Pero si algo hay típico en La Rioja es salir por la tarde o antes de comer (o incluso en vez de comer) a pasear de bar en bar, degustando en cada uno su especialidad junto con el vino recomendado por la casa para ensamblar este pequeño bocado con un buen Rioja. Los pinchos y especialidades son tan variados como diferentes son los ingredientes y la imaginación de los cocineros que habitan en los bares. Esta gastronomía en miniatura se puede disfrutar en los lugares más típicos de la Calle Laurel de Logroño o la Herradura de Haro y en una ciudad que, como Calahorra, organiza durante sus Jornadas de las Verduras una de las rutas de pinchos más alucinantes de España, donde las técnicas culinarias más modernas amparan su orfebrería gastronómica en productos sin parangón. El olor a champiñones, pinchos morunos, sepia, jamón, pulpo, acelga o verduras salteadas se entrevera por las calles más típicas de una región en la que el buen comer es santo y seña de sus gentes. Ahora, en pleno Otoño, las verduras y hortalizas se aderezan en La Rioja Baja con los guisados de caza, o de conejo con caracoles y los postres de almendra y aceite, como los fardelejos de Arnedo, herencia de una tradición musulmana que pervive en una variadísima golmajería. Otros grandes protagonistas son los champiñones del valle de Jubera, que en el valle de Ocón acompañan a los platos de ternera y carnes de caza, a los revueltos con huevos o, simplemente, como delicioso aperitivo tras saltearlos a la plancha. Y es que el champiñón es un cultivo muy desconocido que ha llevado a La Rioja a ser una de las regiones líderes del mundo en su producción.

o La Rioja Alta
En La Rioja Alta, desde Haro hasta Logroño, destacan los productos típicos de las huertas y cultivos de estas tierras, que ofrecen verduras, legumbres, patatas y carne de cordero, que se traducen después en platos como la menestra de verduras, los caparrones, las alubias blancas y pochas, pimientos rellenos de patatas con chorizo, chuletillas de cordero, asados de cordero y cabrito, y postres de leche o de frutas con vino. En la zonas montañosas nace la cocina camerana, donde las pequeñas huertas se aprietan junto al cauce de los ríos de montaña y ofrecen una calidad excelente en legumbres y verduras. Aunque rey indiscutible sigue siendo, sin duda, el cerdo, del que se obtienen los embutidos y patés, los chorizos y jamones curados al aire de Cameros, además de las típicas morcillas dulces, los lomos y las costillas que se adoban o fríen para su conserva en aceite dentro de las tinajas de barro. Las setas de otoño en los bosques, las truchas de los ríos en los cursos altos del Oja, Najerilla y del Iregua, las carnes de cordero y cabrito que se preparan asados y guisados o las carnes de ternera de las Trece Villas de Cameros, además de palomas, perdices y codornices escabechadas y el bacalao con pimientos rojos, que se secan en las solanas de las casas, completan la oferta de productos de una tierra que se define por la riqueza insondable de sus tradiciones gastronómicas.

gracias por visitar toroprensa.com

Blog de ideas de Pablo G. Mancha. (Copyleft) –año 2005/06/07/08–

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