El chef del Portal del Echaurren mantiene la única estrella Michelín riojana de las 130 que brillan en España: «Estoy muy contento por mantenerla porque soy consciente del esfuerzo que costó lograrla, y la receta ha sido seguir trabajando»
«Contento, muy contento». Así se sentía ayer Francis Paniego al conocer que, de nuevo, su Portal del Echaurren revalidaba un año más la estrella Michelín, la única que brilla en el firmamento gastronómico riojano de las 130 que alumbran el toque de los chefs españoles. El cocinero de Ezcaray, recién llegado de Brasil tras compartir un evento internacional con nombres como Ferrán Adriá o Juan Mari Arzak con la cocina española como gran protagonista, prefiere surcar sus sensaciones con un realismo muy esclarecedor: «Me hace tanta ilusión mantener la estrella como cuando la obtuve por primera vez. Soy realista y mis aspiraciones pasan por mantener la calidad por encima de todo. Tengo confianza en mi trabajo, conozco las limitaciones y por eso no quiero pensar en otras historias como las segunda estrella o cosas así. Costó mucho esfuerzo obtener la estrella y eso es lo que nos mantiene firmes para continuar el camino: trabajar, mejorar cada día y darnos cuenta de que hay que ser muy humildes y ver todas las cosas que suceden a nuestro alrededor para ser conscientes cada uno de donde estamos».
Francis, quizás albergaba la ilusión de lograr algo más en el restaurante de la bodega del Marqués de Riscal, situada en Elciego: «La guía Michelín suele ser bastante exigente con los restaurantes situados en un hotel y más si pertenece a alguna multinacional. Pero también tengo claro que lleva abierto sólo dos años y eso es demasiado poco tiempo para poder valorar las cosas. Pero, de todas formas, estoy más que satisfecho». El cocinero riojano, que ayer reconoció que había estado todo el día colgado del teléfono comentando con el mundillo el resultado de las guías, no tuvo reparos en reconocer la alegría que le habían producido las dos estrellas obtenidas por Sergi Arola: «No es que se las hayan quitado a La Broche, las estrellas son del chef. De hecho, Sergi llegó a La Broche con una estrella de su anterior restaurante y después logró la segunda. Ahora, ha montando un nuevo local y ha revalidado las dos que tenía de antes. Además, me alegro mucho porque es un gran cocinero y un personaje muy interesante».
o Artículo publicado hoy en Diario La Rioja y la foto es de José F. Ferrer.