o Por su interés recojo en Toroprensa el artículo que ha publicado el periodista Alfredo Casas hoy en el diario El Correo, de Bilbao.o Los locales del Club Cocherito acogen mañana la presentación en Bilbao del libro de Carlos Abella 'José Tomás, un torero de leyenda'
Por Alfredo Casas
Los enemigos de Carlos Abella, autor de la obra 'José Tomás, un torero de leyenda', le tachan de «antiponcista»; imputación que el escritor barcelonés niega, aunque no tarde en afirmar que «Enrique Ponce es un torero políticamente correcto, taurinamente hablando, de menor dimensión histórica a Santiago Martín 'El Viti' o Paco Camino. Ponce es un torero importante: profesional, capaz, dominador, habilidoso, muy técnico y plástico, que siempre se ha pasado a los toros a una distancia sideral y ha practicado un concepto un tanto ventajista de la lidia. Le ha faltado grandeza y épica; en su carrera la cantidad ha primado sobre la calidad». Amigo de la metáforas deportivas, Abella añade con cierta sorna «a Ponce, más técnico y cerebral, le gusta el boxeo a distancia, de escaso contacto, mientras que a José Tomás, un boxeador contundente y de más pegada, le gusta intercambiar golpes, el cuerpo a cuerpo». Al margen de polémicas «de muy poco nivel», el biógrafo y ensayista taurino, defiende «que José Tomás es torero de leyenda que ha devuelto a las plazas a muchos aficionados que, hastiados de tanta monotonía y 'pegapases', habían perdido la ilusión por la fiesta de los toros. Con él, y con los toreros que han seguido su camino -ahí están Miguel Ángel Perera y Sebastián Castella- se ha recuperado el ingrediente emocional, a veces trágico, de la lidia».
En un momento en que determinados matadores, habituados a dejarse querer por las revistas de papel cuché y los programas de televisión de tinte carmesí, han propiciado una degradación de la imagen pública de los toreros, «José Tomás ha rechazado intencionada-mente los modernos mecanismos de proyección pública y marketing. Él es así, no se vuelve loco por salir en televisión y vive alejado de la propia explotación mercantil de su propia imagen y de sus éxitos en los ruedos».
El valor más auténtico
Al ser cuestionado por el halo de heroicidad, casi místico, que otorgan al de Galapagar sus valedores, Carlos Abella interrumpe para corroborar que «los aficionados le estaremos eternamente agradecidos a José Tomás. Con él ha regresado el cite inverosímil, la colocación imposible, la actitud impasible, el asentamiento de plantas, la cercanía de los pitones, y todo ello con una actitud grave, cabal, sobria.. ¡es el valor más auténtico que han visto los ruedos en muchos años! No se le conoce gesto de dolor y, a pesar de sus muchas heridas, se comporta como un héroe y no presume de ello». La obra de Abella, que mañana se presentará a las 19.45 horas en los salones del Club Cocherito de Bilbao (calle Nueva, 2) el autor ahonda en las razones por las que José Tomás emigró a tierras aztecas. «Se fue a México en 1994 para no tener que pagar por torear de novillero; allí encontró la comprensión y calor humano imprescindibles para desarrollarse como persona y como torero. Por eso quiso tomar la alternativa en el coso de Insurgentes. Luego, ya retirado, se compró una casa en Aguascalientes, donde disfruta del campo y de la tranquilidad de los suyos». Se retiró de forma repentina en 2002; y luego regresó a los ruedos para arrimarse «aún más que cuando se fue». «Creo que, por su sentido del toreo, su generosa actitud en los ruedos y su sentido de la responsabilidad, no va a estar mucho más tiempo en activo». Lo advierte su biógrafo.
o La foto es de Fernando Díaz y corresponde a la presentación que hizo el autor de este libro en Logroño el pasado mes de julio en Bodegas Ontañón, de Logroño.
