Cuando el toro nos mira

Arsenio Ramírez y Gorka Azpilicueta ofrecen una visión sorprendente del toro en el campo y descubren un animal hermoso, desconocido e impresionante

Arsenio Ramírez y Gorka Azpilicueta saben muy bien lo que es encaramarse a lo alto de un árbol en medio de una dehesa y esperar a que un toro determinado –por ejemplo, un ‘pavo’ de Cebada Gago o de Miura, dos de las ganaderías que más frecuentan– les observe encampanado, con las pezuñas quedas y el lomo brevemente espigado para emprender carrera cuando sea necesario. Y es que el toro para ellos es un placer para sus sentidos y por ello decidieron unir sus esfuerzos para fotografiarlos en todas las dehesas y en casi todas las estaciones. «Aunque referimos la primavera», aseguran. Y es que el campo bravo multiplica su belleza e intensidad cromática, su verdor, cuando los trigos encañan y la bravura se enseñorea magnífica con los cuatreños en sazón. Arsenio es de Logroño y Gorka pamplonés. Se conocieron en los encierros de Peralta y en un almuerzo pusieron sobre la mesa dos aficiones similares: la fotografía y el toro bravo. Durante unos cuantos años han bajado a las fincas señeras del toro y hay ganaderías en las que se han convertido en uno más de la familia: «En Cebada Gago o Fuente Ymbro siempre nos han recibido con un cariño muy especial. Para nosotros es como entrar en una casa ajena. Por eso procuramos molestar lo menos posible, pero es increíble la cantidad de sensaciones que hemos llegado a vivir», asegura Arsenio.

o El miedo ¿Y miedo? «Algo ya hemos pasado», relatan. Y es que el toro holgazanea por su mundo con la misma ansia que un papelillo deambula a merced del viento. Pero se sabe toro; mejor dicho, torazo, con los pitones brillantes, los belfos acuosos y la mirada distraída. Suele hacer calor y con una atávica rutina esparcen granitos de tierra como en una minúscula tormenta para refrescarse los lomos. La arenisca rueda por su morrillo hasta llegar a las pezuñas tras despeñarse como un mini alud por las tablas del cuello. Como ese toro de la derecha que hunde sus cuernos en la tierra para combatir el calor y el hormigueo de sus pitones. A veces, en el momento menos pensado, los toros arquean su esqueleto y con la cola espantan las malditas moscas con un crujir de remolinos. Lo hacen en silencio porque lo más agitado de su garganta suele ser el reburdeo de las noches solitarias. Gorka relata que han alucinado en la ganadería de Miura: «En Zahariche hay una calavera de toro que te recibe, allí todo es diferente y se te puede arrancar uno desde más de doscientos metros de distancia». Gorka y Arsenio tienen una exposición permanente en Internet, y este año han colgado sus fotos en San Fermín y en Ibercaja. Ahora, en San Mateo, se podrá disfrutar de sus toros en el chamizo del Club Taurino.

o Los autores: Arsenio Ramírez (Logroño) y Gorka Azpilicueta (Pamplona) han unido sus aficiones a la fotografía y al toro bravo.
o La exposición: estuvo hasta ayer en la Sala de Ibercaja y en las fiestas de San Mateo estará en el chamizo del Club Taurino Logroñés.
o En su web –www.porlasrutasdeltoro.com– se puede acceder a una gran parte de sus fotos distribuidas en secciones como ‘Presentación Entorno’, ‘Vacas y becerros’, ‘Faenas camperas’, ‘Pelajes’, ‘Posando’, ‘Peleas’, ‘Detalles’ y ‘Blanco y Negro’.
o Este artículo lo he publicado hoy en Diario La Rioja.
o Diego Urdiales debuta esta tarde en la feria de Albacete (18 horas). En la corrida, en la que alternará con El Fundi y Luis Bolívar, se lidiarán astados de Adolfo Martín.