o Las dos fotos de Carmelo Bayo nos hacer revivir de nuevo la emoción de la tarde de ayer.
lunes, 25 de agosto de 2008
El toreo de Urdiales con Planetario (así lo vio Carmelo Bayo)
Así se estiró Diego Urdiales ayer con Planetario, el tremendo Victorino al que cuajó una honda faena en su presentación en la impresionante plaza de Vista Alegre. Y es que Planetario fue un toro de bandera, pero no una de esas monas tontas y desangeladas con las que ponerse farruco mientras pasa sin más al hilo de la muleta. No. Planetario era un fulgor, un torbellino, un astado que pedía decisión, temple y valor para aguantar su instinto poderoso de bravo, un toro para enmarcar y para poner a prueba a cualquier espada que quiera auparse en la cima del escalafón. Y ahí surgió la muñeca de Urdiales, su valor y su verdad para darle la distancia justa, echar el medio pecho por delante y traerse una y tra vez la embestida toreada para ligarle en un palmo. Claro que hubo imperfecciones, pero aquello era el toreo mismo: el valor de un diestro que apuesta por el clasicismo y la bravura de un victorino de los que quitan el hipo. Como amigo de Urdiales sentí orgullo, como aficionado pasión y como degustador del buen toreo, placer.
o Las dos fotos de Carmelo Bayo nos hacer revivir de nuevo la emoción de la tarde de ayer.
o Las dos fotos de Carmelo Bayo nos hacer revivir de nuevo la emoción de la tarde de ayer.