El toreo de Morante no sabe de estrategias, de trazos calculados ni de elucubraciones. Por su parte, José Tomás es un matador sumido en un destino implacable, en una entrega tan descomunal que a veces parece un tipo despegado de la misma vida, un hombre que da rienda suelta a una tauromaquia tan profunda y arriesgada en la que no se concibe ni por un segundo el paso atrás o la ventaja. Por el contrario, el toreo de Morante nace de un yo interior que responde sólo a una pasión de luminarias, a un equilibrio humano insondable, magnífico y deliberadamente bello. Por eso, el toreo de ambos no tiene parangón; por eso es el fiel reflejo de dos personalidades que alumbran sendas tauromaquias casi inenarrables. Y es que la belleza no se puede explicar, hay que soñarla, la belleza no es cuantificable ni se puede pesar ni tiene sentido destruirla con un ansia analítica. Y en el toreo la belleza puede surgir –como cualquier aficionado sabe– en el momento más inesperado. En este sentido conviene apuntar que una de las virtudes de la tauromaquia de José Tomás es su búsqueda de la lentitud. Es un torero de clase que mima cada lance: su capote cada día es más impresionante: por verónicas torea con una pureza exquisita. En este lance sólo le supera el propio Morante de la Puebla, que con la capa es sencillamente un portento por esa composición suya que sale de su sentimiento tan peculiar, tan arqueológico. Morante, además, está en sazón porque aúna el complicadísimo equilibrio entre inspiración y poder, entre querer de verdad y arrebatarse con desenfreno, pero sin perder la cabeza, aunque los aficionados la pierdan cuando se hunde en torero, cuando dobla un poquito la pierna contraria en esos pases suyos de pecho que parecen retratados por Baldomero y Aguayo, que quizás brotan surgidos de otro tiempo. Y hoy están citados estos dos toreros con el arte en un mano a mano que se va a celebrar –ante astados de Núñez del Cuvillo–, en la plaza del Puerto de Santa María, ese coso del que dijo Joselito ‘El Gallo’: «Quien no ha visto toros en el Puerto, no sabe lo que es un día de toros».
o Los maestros José Tomás Alternativa: 10/12/1995 (México). Su padrino fue Jorge Gutiérrez. Apoderado: Salvador Boix. Esta temporada ha cortado siete orejas en Madrid y se ha convertido en el torero con más atractivo del escalafón. Ha llenado todas las plazas. Morante de la Puebla Alternativa: 29/06/1997 (Burgos). Su padrino fue César Rincón. Apoderado: José Sánchez Benito, con quien ha firmado una exclusiva de 25 tardes en España y su toreo es peculiar y está dotado de una gran personalidad.
o El Quite, con la cultura. La Peña Cultural El Quite, una de las entidades taurinas con más solera de La Rioja, ha programado para el próximo mes de septiembre tres actividades en las que se une el toreo con varias de las artes plásticas más llamativas: el cine, la pintura y la literatura. En su primer ciclo de películas taurinas (días 4, 11 y 18 de septiembre, en el Centro Cultural Ibercaja, de Portales) se proyectarán de forma gratuita ‘La Vaquilla’, ‘Tú solo’, –para la que vendrá José Luis Bote, torero y uno de los actores del largometraje– y ‘Tarde de toros’. Durante las fiestas mateas tendrá lugar la entrega de premios del VII Certamen de Pintura y todas las obras participantes se expondrán en la sala de Ibercaja de San Antón. Otra de las novedades es la creación de un interesante certamen de relatos cortos con temática taurina para jóvenes riojanos. (Artículo publicado hoy en Diario La Rioja).