Los seteros logroñeses Juan José Miguel y Antonio Flecha encuentran en los pinares de La Poveda (Soria) una Boletus edulis de más de dos kilos de peso
Juan José Miguel y Antonio Flecha no podían creer lo que aseguraban sus ojos. «¡Parece un hombre!», se dijeron atónitos. Así que con cuidado, pero con esa ternura tan singular que poseen los aficionados a las setas, se abalanzaron sobre la Boletus edulis más grande de cuantas habían visto en su vida. «La más grande y la más hermosa», asegura Juan José, porque el ejemplar «capturado» el pasado martes en los pinares de La Poveda (Soria) por estos dos logroñeses es sencillamente fabuloso, y por eso, lo mejor es que hablen los números: 2.200 gramos y 91 centímetros de diámetro tiene esta belleza de sombrero tan amplio que más que la característica forma de un tapón de cava parece una txapela monumental, o una boina de triceratops, que era el animal que lució el cráneo más imponente de toda la evolución biológica. Los dos micólogos logroñeses ya han decidido el futuro de su pieza: el sábado van a dar buena cuenta de ella con unos amigos –seis en total y ya se sabe los afortunados– para acompañar el partido de la selección española contra la escuadra italiana. «La pondremos a la plancha», aseguran. Sin embargo, ayer mismo se le propuso a un cocinero riojano –experto en estos menesteres– alguna idea diferente y un punto más gastronómica. Así que a Dámaso Navajas, chef de la Posada del Laurel, de Préjano, se le ocurrió esta delicia llamada Txapela de hongo asado, con foie y acompañado de su propio pil-pil. He aquí cómo hacerla. Después de limpiarla bien y recortar las puntillas, se deja en el horno en una parrilla a 65º durante algo menos de una hora. Debajo se coloca una plancha para recoger los jugos que vaya soltando. Después, se hacen en el hongo unos cortes muy profundos para introducir las láminas de foie. Se calienta el horno a 180º y metemos a la seta sólo quince minutos. Hacemos un aceite de ajos crudos y lo emulsionanos después, a guisa de pil-pil, con los jugos de la Boletus edulis. Sal mandón y... ¿habrá alguien que se pueda resistir?
o La foto es de Enrique del Río y este artículo aparece publicado hoy en Diario La Rioja.