Hace apenas dos semanas Diego Urdiales sólo barruntaba sueños, acumulaba sensaciones, esperaba una oportunidad para poder demostrar el potencial que atesoraba en su alma. Ahora, tras dos tardes en Madrid, todo ha cambiado en su vida y los principales cronistas del mundo taurino alaban su calidad, como Antonio Lorca, de El País, que describía así al torero riojano: «Ojalá que el caso de Diego Urdiales no sea flor de un día. Entró en la feria por una sustitución y ahí se ganó la de ayer, en lugar del herido Javier Valverde. Torea como los ángeles este muchacho. Se abrió de capa en su primero, el más potable de su lote, y dibujó unas magníficas verónicas, especialmente dos por el lado derecho. Aprovechó, después, la descastada nobleza del toro para muletearlo con suavidad, y surgieron derechazos y naturales de bella factura». O Zabala de la Serna en Abc: «Diego Urdiales había vuelto a encontrar en otra sustitución su oportunidad y dejó la impronta de un torero que sabe hacer y decir el toreo con un baño de asentada madurez y sentido clásico». Y ahora, con 33 años estrenados ayer mismo, se le abre un futuro y un porvenir más que ilusionante: tras anunciarse su contratación para San Fermín, los portales de Internet han hecho oficial que lidiará la corrida de Victorino en Bilbao, quizá la cita más importante de la temporada del norte, y que es segura su presencia en cosos como San Sebastián, Bayona, Tudela... Pero hay más, ya que empresarios de México -país en el que le han dedicado un programa de una hora en el principal espacio taurino de la tele azteca- le quieren contratar para plazas como Puebla, Aguascalientes e incluso la México, el coso más grande del mundo. También existen ofrecimientos muy importantes para la temporada que viene. Así es el toreo. Diego barruntaba sueños, esperaba su oportunidad, entrenaba sin descanso. Y todo empezó en Alfaro en un festival en mayo; de ahí a su feria, a Logroño con la de Cebada y su encuentro con 'Molinito', aquel astado que vive para contemplar cómo crece como artista, ya que tal y como escribía Antonio Lorca el sábado en 'El País', «torea como los ángeles este chico».o Diego Urdiales logra el premio al 'Torero revelación' de la Feria de San Isidro. El diestro riojano Diego Urdiales fue proclamado ayer 'Torero Revelación' de la Feria de San Isidro por sus actuaciones de los días 13 y 30 de mayo, según el jurado oficial convocado por 'Taurodelta', empresa rectora de la plaza de Las Ventas. La organización de estos premios, los más importantes de la feria madrileña, hizo público los nombres de los toreros agraciados una hora después de la finalización del último de los festejos. Diego Urdiales cortó una oreja en su debut en este ciclo, lo que le valió repetir actuación en el abono madrileño en la penúltima corrida, un caso prácticamente inaudito teniendo en cuenta que el arnedano entró en la feria sustituyendo a Serafín Marín, un torero que cayó herido unas semanas antes en una corrida en Zaragoza. Al enterarse de la noticia, el diestro arnedano, que ya estaba en su localidad natal, se llevó una enorme alegría: «Es precioso que me reconozcan encima con un premio. Estoy muy feliz, ésa es la verdad», remarcó el torero, uno de los cinco premiados con una oreja en las más de 20 corridas celebradas.
o El Cid, triunfador. Manuel Jesús 'El Cid' fue proclamado triunfador de la feria y autor de la mejor faena de un ciclo en el que nadie ha sido capaz de salir por la Puerta Grande de Madrid. El premio a la mejor estocada ha caído en manos del torero madrileño José Pedro Prados 'El Fundi'. Además, se da la circunstancia de que el trofeo al mejor picador se le ha concedido a Manuel Burgos, picador de la cuadrilla del torero riojano. Entre los miembros del jurado, presidido por el empresario de la plaza José Antonio Martínez Uranga, figuran periodistas de los principales medios de comunicación de España como Barquerito, Javier Villán, Antonio Lorca, Manuel Molés, Juan Miguel Núñez, Rafael Cabrera y Adolfo Rodríguez Montesinos. (Artículos publicados hoy en Diario La Rioja y la foto es de Carmelo Bayo, que siempre tiene argumentos para sorprenderme).
