José Tomás, en esencia

Existe en internet un furibundo debate sobre José Tomás, su estilo, su tauromaquia, su valor e incluso, algún artículo absolutamente increíble en el que se llega a afirmar que (sus toros) "la mayoría de las veces no acierta a herir. (¿No acierta o todo está controlado?, ¿hasta eso?)". Es la grandiosidad que la libertad de expresión, de opinar cada uno lo que le dé la gana, aunque se suelten las burradas más insospechadas, más alucinantes. Yo, sin embargo, creo que José Tomás es esencialmente un torero y hay también en Internet espacios para disfrutar de su tauromaquia de forma detenida, de esas instantáneas que agarran el tiempo y lo congelan: están detenidas pero se mueven, han sucedido pero asombran, están calladas pero te increpan, y te hacen soñar, dudar, precipitarse a la siguiente imagen. Así son las fotos de Juan Pelegrín que ahora se pueden disfutar en una "prestigiosa sala de exposiciones de la red", que es como acertadamente Juan Pelegrín define a la web Campos y Ruedos.