domingo, 4 de noviembre de 2007
Les Saintes ¿puede haber algo más bello?
La belleza es para muchos una anhelo, un fin en sí misma. Para otros, sencillamente es una necesidad, una cuestión que no tiene vuelta de hoja. Quizás yo me encuentre en ese segundo grupo o en el primero. No lo sé. Sin embargo hay momentos cuajados de misterio, de un aliento impenetrable donde aflora esa necesidad de rebuscar, de meter la uña dentro para sonsacar los argumentos para sentir lo incontestable. Quizás sea por eso por lo que amo el toreo y su desdicha. Como decía Santiago Amón, en los toros no se habla de crisis, sino de decadencias. Por eso, en una tarde plácida y austera de domingo es maravilloso navegar por el blog de Campos y Ruedos y toparse en el periplo con fotos tan hemosas, sutiles y delicadas como éstas de Sophie Ryckelynck. ¿Puede haber algo más bello?