Morante, que se retiró tras la corrida de Beneficencia, medita en México volver a los toros en un mano a mano con ‘El Pana’
Morante de la Puebla sigue dando de qué hablar. Se retiró con misterio y por sorpresa tras consagrarse con dos faenas oníricas en Sevilla y Madrid. Dicen que no se entendía con Rafael de Paula –el surrealista apoderado que adoptó en invierno–, que los dineros y los toros no se ajustaban a sus deseos y sólo se dejó ver para entregar sus honorarios de la corrida de Madrid (240.000 euros) a la Congregación Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús. Apareció hecho un pincel, todo de negro, barbado y escondido tras unas gigantescas gafas de sol. El toreo de quedó de piedra y aunque el efecto José Tomás arrasaba con todo, la imprevisible tauromaquia del de la Puebla del Río comenzó muy pronto a echarse de menos. De forma inopinada aparecía de pronto en una plaza a ver a un banderillero amigo suyo o se sabía que se entrenaba a fondo en tentaderos en soledad en la finca de algún ganadero del sur. ¿Qué tiene Morante? Nadie sabía nada de sus razones y varios empresarios se plantaron en las puertas de su casa con fabulosas propuestas para reaparecer. Dicen que Ignacio Zorita, gestor del coso de la Misericordia de Zaragoza, casi le convenció para que volviera en El Pilar. Pero no. Sin embargo, fue a México hace quince días a ver a José Tomás y declaró que si volvía lo iba a hacer en aquel país y en aquella plaza, donde el invierno pasado cuajó otra de esas obras suyas tan indescriptibles. Y ahora parece que la vuelta a los ruedos del genio sevillano cada vez es más posible. La empresa del coso de Insurgentes (México DF) le ha ofrecido una de las fechas grandes de la Feria del Aniversario de la plaza (3, 4 y 5 de febrero) y con la compañía en el cartel de Rodolfo Rodríguez ‘El Pana’. Ahora todo depende de José Antonio Morante de la Puebla, pero si dice que sí el acontecimiento será histórico. (Artículo publicado hoy en la página temática de toros de Diario La Rioja).