Tom Waits posee una voz rota, un timbre nada superfluo que abrasa el corazón. No hay retórica, no hay vacío, es la música sin más, sin alaracas, sin despojos: música que te rompe por los adentros, que te hace pensar que los caminos de la belleza no tienen reglas, que carecen de barreras, que la libertad es lo único importante; la libertad y el talento.