Las cosas en la vida no suelen ser como nos gustaría que fueran. (De esto ya me vengo dando cuenta de unos años a esta parte). Las cosas son como son y son tozudas y en el mundo de los toros son casi siempre como dictan los taurinos. Llevábamos en Arnedo tres novilladas de gran juego y de encastada nobleza en distintos grados, con matices y con reparos si quieren, pero cada una de ellas con posibilidades de triunfo real y palpable. Recuerdo y recordaré durante muchos años el juego de la de Baltasar Ibán, su trapío, su casta, su nobleza. Pues bien, ninguno de los nueve novilleros actuantes estuvo a la altura que pidieron los utreros de La Quinta (la más paradita), Torrenueva (la más desigual) y Baltasar Ibán (brava sin ambages). En esta última corrida 'El Santo' y Miguel Ángel Delgado demostraron limitadísimas condiciones para ser toreros. El francés lo hace todo sumergido en un barullo y el sevillano es un puro iceberg que no se despeina ante nada. Frío como el mármol, despachó a sus novillos como si con él no fuera la cosa. Y llegó el domingo y por el portón salió una desigual novillada de Torrehandilla, herrada toda ella con la estrella de Jandilla. Se remendó con un Ibán porque el ganadero mandó algún astado con la edad cumplida (vivir para ver). Y el novillo del Cortijo Wellintong salió en primer lugar y asustó a Oliva Soto. Y es normal, el chico venía a por Jandillas y le salió un toro, y encima el utrero se llamaba Asustado. Qué hizo Oliva; muy sencillo: masacrarlo en un puyazo brutal y desmedido. Luego dijo que se le paró. Claro, estaba desangrado. Sin embargo, el toro humilló y respondió con bravura plena a los medios cites y a los irregulares pases. Y salió Pinar, y se encontró con un novillo bizco, terciado y boyante. No se lució en el capote de recibo, aunque sí en un fajo de gaoneras rápidas y voluntariosas en la que se lo pasó por la faja. Y tras dos estupendos pares de Luis Carlos Aranda, comenzó a lucirse por bajo en un inicio de faena deslumbrante. Recetó tres excelentes tandas por la derecha, en las que llevó la brava embestida siempre sujeta por ese imán llamado temple. Probó por la izquierda, remató con un pase circular perfecto de ejecución y abrochó la faena con una soberbia estocada que tiró al novillo sin puntilla. Dos orejas de ley y primer y hasta el momento único candidato al Zapato de Oro. Miguel Tenderó se topó con un lote muy rajado y en el segundo Pinar se apretó con otro manso que se metió en tablas. Y Oliva se despidió con un utrero con cara de cuatreño al que entendió por la derecha a pesar de abusar del pico, la pala y las excavadoras. Dio una vuelta al ruedo por su cuenta. (La foto es de Burladero.es)o Cuarto festejo de la feria del Zapato de Oro de Arnedo (La Rioja): Novillos de Torrehandilla, bien presentados, mansitos, escasos de fuerza y manejables; el mejor fue el segundo, al que se le dio la vuelta al ruedo a petición de su matador Rubén Pinar. En primer lugar se lidió un remiendo de Baltasar Ibán, serio y bravo. Oliva Soto: silencio tras aviso y vuelta. Rubén Pinar: dos orejas y saludos. Miguel Tendero: palmas y silencio. Casi se llena el coqueto coso.
o Esta tarde hay novillos de Nazario Ibáñez (encaste Núñez) para Agustín de Espartinas, Chechu y José Carlos Venegas.
