Diego Urdiales llega a Logroño para demostrar sus capacidades como torero y cumplir un anhelo
Diego Urdiales sabe lo que se juega: «Llevo esperando mucho tiempo, logrando la paciencia a base de entrenamiento, confiando en las sensaciones que me ofrece la muleta, que es mi gran aliada». Así habla el único matador de toros a pie que existe en activo en La Rioja y que hoy volverá a hacer el paseíllo en ‘La Ribera’. Lo suyo es machaconería, confianza, esperanza, creer en uno mismo cuando la mayoría quizás había dado por terminada su historia: «Sé que he nacido para lograr ser figura y lo voy a intentar al máximo; el toreo es mi vida, mis sueños, mis anhelos; es lo mío», ratificaba ayer a los micrófonos de Punto Radio La Rioja desde Arnedo. Sin embargo, «hoy dormiré en Logroño, en la casa del mismo amigo en la que siempre descanso antes de las corridas de San Mateo. Por la mañana iré a la habitación del hotel a estar tranquilo y a relajarme para el festejo».
En su ánimo no cunden los nervios. Pero sí la «responsabilidad. Es muy bonito estar anunciado en Logroño y me hace feliz y la verdad es que llego en un momento profesional muy bueno, porque he logrado una madurez especial sin haber toreado y me brota de los dedos; pero no he parado en el campo ya que, por ejemplo, los amigos de mi peña me han regalado dos toros para matar a puerta cerrada y me han servido mucho. Por cierto, me gustaría agradecerles públicamente toda la confianza que han depositado en mí, todo su apoyo y el calor y la motivación que me dan constantemente». El torero lleva una temporada muy corta pero apabullante en cuanto a triunfos. Empezó en mayo en el festival de Alfaro. Dos orejas a un irregular novillo de Carriquiri y una gran faena rematada soberbiamente con la espada. Aquel triunfo le sirvió para entrar por derecho en la feria de agosto. Y se las vio en la corrida de Baltasar Ibán con dos astados muy diferentes. El primero tuvo gran calidad pero no le sobraron las fuerzas y al segundo, un encastado contreras, lo toreó de forma primorosa con ambas manos. Además, fue capaz de enterrar la espada en todo lo alto jugándose la vida con guapeza. Tres orejas y un rabo. Después llegó Autol en un festejo sin picar ante dos novillotes de Santafé Martón. Estuvo muy bien con el alocado primero y se enseñoreó con el segundo. Otras dos estocadas ratificaron su buen momento con la espada. Diego Urdiales sabe la receta para triunfar: «Es complicado porque cuando se torea poco quieres decir y hacer muchas cosas en poco tiempo, por lo que hay que permanecer siempre con la cabeza muy fría».El diestro Arnedano, que vendrá acompañado por un gran número de seguidores, todavía no ha decidido cuál será el vestido que ceñirá: «Tengo cuatro trajes de torear y eso lo suelo hacer en el último momento. Creo que llevaré dos a Logroño y antes de la corrida me decantaré por el definitivo», aseguraba el matador arnedano. (Artículo aparecido hoy en Diario La Rioja).
o Sabor añejo. Bellísima foto en blanco y negro de Diego Urdiales (obra de Arjona) en la que muletea en redondo a un sobrero de Fraile Mazas hace tres años en una faena preciosa. Falló con la espada, pero dio una lección de temple y empaque, de hondura y despaciosidad. Desgraciadamente nadie le echó cuentas; y cuando digo nadie, digo naide...
o Hoy comienza la feria de San Mateo de Logroño: reses de Cebada Gago para Diego Urdiales, Paulita y Fernando Cruz.