Hay un periodista que aborda la tauromaquia (por así decirlo) en un medio informativo en La Rioja que lo confunde todo: desde los géneros hasta la educación; desde las formas hasta los modos. Hace muchos años tuve un encontronazo con él del que no me he recuperado. Yo estaba entrevistando; él quería un autógrafo y dijo de mí que no le dejaba trabajar tras cogerme de las solapas de mi chaqueta vaquera y llamarme gordo y gafoso en la puerta de la capilla de la vieja Manzanera. Le molesta que le pisen las noticias porque no tienen la delicadeza de llamar a su puerta. Lo que pasa es que las noticias, por muy malas que sean, salen despavoridas de ti, de tu insulsa retórica y de tu decir las cosas a gritos... Le doy un euro al que acierte de quien hablo. ja....