El flamenco global de Vicente Amigo cierra esta noche Actual con la puesta en escena en Riojafórum de ‘Un momento en el sonido’, la personalísima obra de uno de los guitarristas más creativos de la generación posterior a Paco de Lucía
«La buena música permanece por los siglos de los siglos. Además, estoy convencido de que el arte no existe por sí mismo. Tiene que haber otra parte –el público– que sea capaz de valorarlo. Yo lo defino como el artista receptor. Las composiciones no las hago sólo para mí, porque tengo, como todos los artistas, referencias de otros sonidos. Después, y sobre esa base, cada uno va buscando su personalidad creativa y a la vez un público que al final ofrezca vida a las composiciones». Así expresa Vicente Amigo (Guadalcanal, 1967) su sensibilidad como músico, como artista universal de una guitarra flamenca –y no flamenca– que vive ahora una impresionante Edad de Oro.
De hecho, Vicente Amigo mantiene que en toda su obra hay una evolución: «Existe un gran parte flamenca pero también hay otros sonidos que se acercan a mentalidades y gustos que no son tan flamencos. Esto es algo que me sale sin querer, pero queriendo, ya que en mi alma de músico hay una parte muy flamenca y otra que quizás no tenga nada que ver con el flamenco».
El caso es que este sevillano que coquetea ya con los cuarenta, se ha convertido con su último disco ‘Un momento en el sonido’ en una de las principales referencias internacionales de la guitarra flamenca, tal y como lo demuestran giras internacionales que las podrían firmar por su extraordinaria relevancia maestros de la talla de Paco de Lucía o Manolo Sanlúcar.
‘Un momento en el sonido’ es quizás su disco más personal y el que parece más elaborado: «En principio el disco me lo planteé haciendo guitarra y palmas nada más, pero en él hay trabajos e ideas que tienen más de veinte años» En la obra, que posee diez temas, aunque existan dos versiones del ‘Bolero a Marcos’, dedicado a su hijo, llama poderosamente la atención ‘Campo de la Verdad’, una inmensa bulería dedicada al matador de toros retirado José Tomás: «Es una composición que entra y no sabes lo que va a ser. De hecho, es de las pocas veces que he pensado en alguien para componer. Pensé en José Tomás, en su toreo, como si estuviera poniéndole música a una faena suya a cámara lenta. Eso es lo que trata de ser el principio de este tema. Luego busco en la bulería ordenar bien sus notas y su pureza».
– ¿Por qué decidió inspirarse en José Tomás para ese tema?
– ¿Por qué no? Creo que si hay un torero que tenga la verdad en sus manos es él. Él como artista me ha aportado por sus formas y por su arte mucho dolor. Es maravilloso.
– ¿Y echa de menos ese dolor?
– Mucho. Me encantaría que volviera muy pronto. Pero todos los artistas necesitan un descanso y mucho más una persona que se la juega de esa manera.
– ¿Qué le pareció al él ‘Campo de la Verdad’?
– Le encantó. Me llamó el día que lo escuchó. Además, él me brindo un toro en Las Ventas diciéndome «por la verdad que nos une». Yo supe que me brindó no el toro, sino su vida, y de ahí vino todo. Es tal alucinante su toreo que cuando salía al ruedo nadie era capaz de saber si iba a volver o no de ese trance.
Vicente Amigo, junto a Gerardo Núñez, Rafael Riqueni o Juan Manuel Cañizares, pertenece a la generación de guitarristas flamenco que se ha asomado al mundo del toque tras la irrupción de artistas como Víctor Monge ‘Serranito’, Manolo Sanlúcar y, sobre todo, Paco de Lucía. Ellos son el nexo entre la maestría actual y los venerables nombres como ‘Manolo de Huelva’, Niño Ricardo y los geniales descubridores Ramón Montoya y Agustín Castellón ‘Sabicas’.