La verdad es que todavía no he salido de mi asombro. Gracias a Toro, torero y afición me he puesto a ver el vídeo de 'El Pana' y he alucinado de tal forma que no sabía a qué atenerme. Después, me he vuelto a deslizar por la red y he leído el artículo de Cañamero, en Tribuna de Salamanca, donde aparece glosada la vida de este peculiar torero, arrasada por "el alcohol, la delincuencia y la prostitución". Y después... he vuelto a ver la faena y se la he enseñado a mis amigos. Y he encontrado ligazón, temple y varios muletazos sencillamente extraordinarios ayudados por ese temple increíble del toro 'Rey Mago', que me recuerda una barbaridad al astado con el que se deshizo toreando Morante de la Puebla en ese mismo coso días atrás. Hay un momento sencillamente abrumador, cuando después de vaciar una serie con un trincherazo peculiar abandona –no tira– la muleta– y se va andando –es un decir– llorándose todo sí por dentro, en una misteriosa danza que resultaría ridícula o esperpéntica en la mayoría de los toreros, pero que a este hombre le sale cincelada. Y digo todo esto porque Rodolfo Rodríguez ‘El Pana’ me ha impresionado hondamente. Lo más increíble de todo es que esta corrida era la de su retirada. ¡Qué ironía! Me alegro de que siga en los toros y espero, francamente, que su éxito no sea flor de un día. Por cierto, ¿sabrá Armani que existe 'El Pana'? ¿se lo preguntará a Cayetano?
He encontrado en Internet algunas noticias y curiosidades de Rodolfo Rodríguez ‘El Pana’.
o Torero de la miel y la hiel, en El Universal
o "Ya no estamos para que nos den sino para elegir", dice 'El Pana', en La Jornada
o Le gustaría a 'El Pana' morir como lo hizo Manolete, en El Mundo Hispano
o Un romántico del ruedo, en El Yucatan.com.mx
o El presidente de la República le felicita y lo invita a su residencia de Los Pinos, en El Universal
o Y a modo de coda, he aquí el brindis de 'El Pana': "Brindo por las damitas, damiselas, princesas, vagas, salinas, zurrapas, suripantas, vulpejas, las de tacón dorado y pico colorado, las putas, las buñis, pues mitigaron mi sed y saciaron mi hambre y me dieron protección y abrigo en sus pechos y en sus muslos, y acompañaron mi soledad. Que Dios las bendiga por haber amado tanto".
