Esto no es un artículo ni un post; apenas un racimito de palabras: vengo del monte, de juguetear con la nieve y comer deliciosamente en Casa Masip, sita en Ezcaray. De pronto, me conecto a la red y veo que en Ajalvir dos toreros valientes de verdad se han jugado la vida. Encabo triunfo y cornada y Serafín Marín lleva en estos momentos dos operaciones para sortear un terrible cornadón en el que el pitón ha merodeado como una avispa entre el corazón y la aorta, desplazando, incluso, las costillas. Las emisoras guardan silencio: sólo hablan de fútbol; los medios generalistas hacen lo mismo. Jaculatoria: El toreo, ese mundo clandestino.o Teletipo de Efe a través de Burladerodos.com: Marín, muy grave; Encabo, herido también.
El pronóstico de Serafín Marín, herido por el quinto de la tarde en la corrida de hoy en Ajalvir, es de "muy grave", según el médico Miguel Borobia que ha atendido en primera instancia en la UVI móvil instalada en las inmediaciones de la plaza. "La herida, en el hemitórax derecho, es perforante. Y el pronóstico es de muy grave", recalcó el médico. Serafín Marín, de quien en principio se pensaba que su estado no sería tan preocupante, fue trasladado seguidamente en ambulancia al Hospital Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares. Por otra parte, en el quinto toro de la misma corrida ha resultado también herido el otro espada alternante, Luis Miguel Encabo, que al entrar a matar sufrió una cornada en el tercio medio inferior de la pierna derecha, de la que está siendo operado en la misma UVI móvil que Serafín Marín. La corrida de hoy anunciaba en mano a mano a Luis Miguel Encabo y Serafín Marín con cuatro toros de San Marcos y dos de Santa María, ganaderías portuguesas. Antes de resultar heridos los dos diestros, Marín cortó las dos orejas del segundo toro de la tarde y Encabo obtuvo los mismos trofeos en el tercero. Una vez finalizada la corrida y mientras Encabo pasaba por su propio pie al quirófano, su apoderado Rafael Corbelle resaltó "el sentido de la dignidad que tienen los toreros. Marín ha caído fuerte, y el mío, no ha querido quitarse de en medio cuando todavía le quedaba un toro, y eso que llevaba la pierna abierta. Esta es la guerra de los toreros".
