La Rioja Baja, territorio multivarietal por excelencia, cautiva a los viajeros por sus impresionantes paisajes y su tipismo etnográfico
Entre Logroño y Alfaro, sobre terrenos arcillosos y de aluvión, se abre La Rioja Baja. El Ebro abandona el carácter atlántico de La Rioja Alta y se encarama a su destino volviéndose mediterráneo. Los vinos de esta zona son sabrosos y aromáticos y la Garnacha, una de las variedades más definitorias de Rioja, acumula prestigio y hectáreas. La capital natural de esta zona es Calahorra y su calles albergan un rico patrimonio monumental con construcciones tan representativas como la catedral o el Palacio Episcopal, edificio de ladrillo de los siglos XVI al XVIII. Su huerta permite disfrutar de una rica gastronomía con un amplio abanico de posibilidades. El plato más típico es la menestra de cordero, a base de habas, alcachofas, guisantes, espárragos, alubia verde y zanahorias guisadas. Cada año, en primavera, se celebra en esta ciudad la Semana de las Verduras, que convierte a la ciudad de los Mártires en uno de los focos gastronómicas de España. A unos 20 kilómetros se encuentra Alfaro, donde en su preciosa colegiata se puede descubrir la mayor colonia de cigüeñas blancas de Europa. En el centro de interpretación de la Reserva Natural de los Sotos del Ebro explican las razones por la que las cigüeñas han elegido La Rioja para pasar la mayor parte del año y conocerá la riqueza natural de esta zona riojana. En el palacio Abacial de esta localidad se puede ver su bodega, con un modelo tradicional de caños cubiertos con bóvedas de ladrillo. Siguiendo el curso del río Alhama desde Alfaro, se llega a Cervera, la capital de la Sierra oriental riojana, desde allí se accede a Contrebia – Leukade, un yacimiento arqueológico de gran interés en un asentamiento celtíbero. Los vistosos colores de las rocas descarnadas y el estrecho cinturón verde de la huerta del río Alhama configuran un efecto paisajístico muy singular. En las localidades de esta comarca se encuentran yacimientos de pirita, el llamado oro de los pobres, por su similitud en brillo y color con dicho metal. La comarca del Alhama Linares, junto con el valle del Cidacos, conserva uno de los yacimientos de icnitas (huellas fósiles de dinosaurio) más importantes del mundo. Las características de esta región en esa época, con muchas zonas pantanosas y abundante vegetación, dieron lugar a una variada y numerosa presencia de dinosaurios. En el valle de Ocón se puede visitar un molino de viento harinero recientemente recuperado.
Imprescindible
o Museo del Vino de Aldeanueva: Ermita de la Virgen del Portal. Información: Cita Previa en el teléfono de Viñedos de Aldeanueva Sociedad Cooperativa: 941 163039.
o Jornadas de la Verdura en Calahorra: Primavera 2005.
o El Picuezo y la Picueza: En Autol, esculturas naturales que sobrecogen por su belleza.
o Monasterio de Vico: Uno de los ejemplos de bodegas en conventos. Cuenta con zarcera, restos de ingenios de prensado y un depósito excavado en una cueva continua.
o Guardaviñas de Quel: Presentan la tipología arquitectónica habitual y están levantados con cantos rodados y sin mucha argamasa, presentando aspectos irregulares. En su interior poseen pequeños calados a un nivel más bajo que servían de nevera para vinos y otros alimentos.
o Tonelería Magreñán: En Alfaro, una tonelería familiar cuyo reconocido prestigio se ha logrado en base a la seriedad y trabajo a conciencia en la fabricación de barricas con roble americano, francés hendido y a los servicios personalizados que ofrece a cada bodega. Para visitarla, llamar al Tfno: 941 184 453