Entro en Nadandoconchocos y veo la noticia y su reflejo en La Voz de Cádiz. Chano Lobato se recupera ya en su casa de Sevilla. Qué alegría. Ya me lo imagino en su balcón saludando al personal, viendo la tele con un pijamilla suave que se compró en Kuala Lampur en una de aquellas giras interminables con Antonio. El maestro sabe cuidarse y de pronto se echará un buchecito de agua mojada con café mientras el teléfono no para de sonar para desesperación de La Chana: "Si es que esta casa parece un manicomio; ni se sabe la gente que ha llamao". Porque Chano sueña y piensa en sus inmediatas giras, en su público, en sus amigos mientras mira el reló: "Me lo regaló el Chato de la Isla pero no se dio cuenta", bromea. Y su centenaria madre allí, pensando para sí: "Cuándo se quitará este hombre de cantar"....