La catedrática Yolanda Fernández Fernández-Cuesta se convirtió ayer en la primera mujer pregonera de la Feria de San Mateo
Yolanda Fernández Fernández-Cuesta es catedrática de Historia Contemporánea del Instituto Cervantes de Madrid y una aficionada cabal a los toros. Es abonada a la grada del siete de Las Ventas y como tantos aficionados del ancho mundo taurino se confiesa devota y admiradora de Joaquín Vidal: «Lo echamos mucho de menos, tanto por su categoría humana como por su capacidad, rigor y honestidad como crítico taurino. Antes de fallecer –desveló a los oyentes de Punto Radio La Rioja– iba a ser propuesto como candidato a la Academia Española». La catedrática madrileña, que fue ayer la encargada de pregonar las fiestas taurinas de San Mateo, se mostraba orgullosa de ser la primera mujer en hacerlo: «Es un placer porque siempre se ha visto con respeto desde Madrid a esta plaza y a su afición. Además, por lo que estoy viendo es una ciudad preciosa, aunque eso sí, con muchas obras, como mi Madrid», comentó con ironía. Yolanda Fernández se declara admiradora de la esencia del toreo: «Yo hago abstracción de la crueldad para quedarme con la belleza. Respeto la fiesta de verdad, la que emana de su íntima pureza y detesto muchas de las cuestiones que la rodean en la actualidad, los falsos montajes, las campañas de márketing y el descrédito del toro. Recuerdo unas manifestaciones de Paco Camino que decía que no aguantaría jamás a nadie entrometiéndose con un micrófono en los momentos previos a la corrida porque esos son instantes sagrados, íntimos e inviolables. Ahora parece que han desaparecido todos los valores y que se han perdido demasiados códigos». También tuvo un momento para hablar de la alternativa de Cayetano: «Me parece un montaje lamentable, algo salido de tono y que nada tiene que ver con el mítico espíritu del Cayetano original, del Niño de la Palma. Es un poco todo el reflejo light de la sociedad light que nos ha tocado vivir. Como el toreo hacia adentro, ¿Dónde está el toreo hacia adentro?», se preguntaba la primera mujer pregonera de la feria de San Mateo.