
Tuve la suerte de hablar con él para hacerle una entrevista: «La fuerza para superarme cada tarde la tengo que sacar del alma porque a estas alturas del año ya estoy muy cansado. Llevo casi cien corridas esta temporada y sin mentalización es imposible salir al ruedo con el ansia necesaria para triunfar. De hecho, hay muchas tardes que cuando voy hacia la plaza me pregunto a mí mismo si seré capaz de hacerlo otra vez, si volveré a estar a esa altura que la gente espera. En esos momentos tan delicados es cuando me asaltan todas las dudas, cuando dentro de mí... Pero al final, al llegar a la plaza y veo a toda la gente esperándome comienzo a calentarme, a querer ser yo mismo otra vez», así explica Pablo Hermoso de Mendoza la increíble fuerza mental de la que hace gala para contentar a las miles de personas que acuden a su llamada cuando se anuncia en cualquier plaza de toros de La Rioja o del resto del orbe taurino.
Y ayer la corrida no era tan triunfal como se esperaba hasta que llegó el quinto toro: «Por eso había que apretar, me tenía que rebelar contra esa situación en la que el público a lo mejor no se sentía reconfortado con lo que estaba sucediendo en el ruedo».
Pero la mentalidad del monstruo estellés iba más allá y aunque parezca increíble, también tuvo un momento para dedicar su pensamiento a Logroño, al gran compromiso que tiene para la en la feria de San Mateo: «En Alfaro las cosas fueron muy bien y no quería bajar el diapasón en Calahorra para la corrida de Logroño. Claro que pienso en esas cosas porque puedo decir de verdad y de corazón que Logroño es una de las plazas que más quiero y en las que más feliz me siento en estos momentos». Hermoso de Mendoza también habló de la importancia que tienen estos festejos para la propia fiesta: «Es una gozada ver la plaza con tanta gente joven, con niños pequeños en los tendidos. La clave es dar con la tecla necesaria para acercar a esta fiesta a la gente joven. Está claro que los aficionados van, pero hay que hacer buenos espectáculos para que vaya todo tipo de personas y en ese sentido es vital dar siempre la cara y no defraudar a los espectadores».