A propósito de la locura desatada con la no concesión de la segunda oreja a Castella en Bilbao, he leído una magnífica crónica de Eneko Andueza en El Chofre. Me permito destacar este párrafo. (Gracias Eneko): "La gente parecía enloquecer, ya en el primero de su lote le habían pedido las dos oreja, firme y con criterio Matías, nuestro presidente, le denegó el segundo apéndice. Bien por él.
Ni en su primero ni en su segundo tuvo a bien cruzarse al pitón contrario, ni mandar en la embestida, ni echar la muleta adelante, ni rematar atrás. Los llevaba templaditos, los aliviaba hacia fuera sin atosigar y para de contar. Un rato entre pitones dos manoletinas y el personal revuelto. Eso es todo. Y, ¿el toreo, para cuándo?. Dios sabe"