sábado, 10 de junio de 2006
Se acabó lo que se daba (bien poco, por cierto)
Acabádose han los fastos de XV aniversario. Finiquitada la Feria de San Isidro. Muertas muchas ilusiones. Acabado el papel. Desaparecida la bravura. Adormecida la Afición. Desencantado el reducto. Más ricos los propagandistas y la empresa. Más aburridos todos. Más desconsolado el pagano. Más contentos los isidros. Más desesperanzados los lectores de los críticos taurinos. Más agotadas las protestas. Más malos los presidentes y sus ayudantes. Más desatinados los picadores. Más desgastados los burladeros. Más atlético Florito. Más inmaculados los gestores. Más tontos los apoderados. Más cretinos los veedores. Creo que ha llegado el momento de descansar.
(Aviso: esta humilde bitácora permanecerá cerrada unos días por un pequeño problemilla)