No hace mucho tiempo describí muchas de mis dudas sobre el estado de Enrique Ponce. Tras su antólogica actuación en Sevilla, rectifiqué y expresé mi alegría. Esta tarde vuelve a actuar en Madrid y le ha tocado un remiendo de José Luis Pereda que puede que se parezca al lidiado por Castella en su primera comparecencia en el abono isidril. A mi amigo Bastonito le gustó. Y a mí también. Ojalá que esta tarde sucedan muchas cosas y buenas. Nuestra fiesta lo necesita.