jueves, 23 de febrero de 2006
Los cronistas, su tertulia de política y Las Ventas, sin Esperanza
Creo que una de las razones por las que me hice periodista es que desde siempre había desconfiado de los políticos. No sé si más que desconfiar lo que me pasa es que recelo de ellos. Ahora como periodista, no sólo conozo a políticos (muchos) sino también a periodistas que juegan a políticos y politiquean. Todos me entendéis porque politiquear (intervenir o brujulear en política, tratar de política con superficialidad o ligereza y hacer política de intrigas y bajezas, según relata el Diccionario de la RAE) no es cosa buena porque por detrás suelen subyacer propósitos impíos, consideraciones personales, ansias de notoriedad o ambiciones inconfesables. Hoy, en el programa de radio nos ha contado Rosa Jiménez Cano cómo discutieron de política Juan Miguel Núñez (Agencia EFE) y Juan Posada (Diario La Razón) mientras los empresarios de Madrid ofrecían una rueda de prensa sobre la inminente programación taurina. Rosa hablaba con ironía y dolor sobre la profesión periodística y el papelón de ambos ¿cronistas? en dicho acto público. No sé si es peor lo de Núñez y Posada o lo de Choperita, Calderón y Fidel San Román, que aunque estuvo en la rueda de prensa y no quería que nadie lo viera para que no le ajuntasen con los otros, se subió con ellos en la mesa para no decir que esta boca es mía. Pero Madrid, Las Ventas, no es de Choperita, ni de Calderón, ni de la cubierta ésa que tanto mola al Molés. No, Las Ventas de Madrid no son de nadie que tenga apellido ni razón fiscal. No son, ni aunque lo parezca, de Esperanza Aguirre, presidenta de la Comunidad de Madrid y autodefinida como liberal, que sin embargo ve desde su despacho cómo se va hundiendo en la ignomina la que fue la primera plaza del mundo, la que marcaba para los restos toreros y temporadas, ganaderías y apoderados. Todo pasaba por Madrid; ahora por Las Ventas sólo discurre la dejadez y el absentismo. Muchas gracias doña Esperanza. Ésta es su obra.