domingo, 29 de enero de 2006
Me preocupa El Cid
Todavía es demasiado pronto. Las ferias están, se diría, casi sólo en las mentes de los empresarios y en las agendas de los apoderados. Pero me preocupa El Cid. Para muchos aficionados, el diestro sevillano se convirtió en uno de los pocos asideros a los que engancharse: su mano izquierda es poderosa y aunque no sea un esteta, pocos torean con tanta profundidad como el de Salteras. El año pasado tocó el cielo en Sevilla y paladeó de una vez por todas el sabor de la Puerta Grande de Las Ventas. Pero la temporada no fue cómo esperábamos y tras varios titubeos en Bilbao o el fiasco de Santander, yo le vi fracasar en Alfaro con un mediotorillo de media casta y medias arrancadas que puso en evidencia una y otra vez al gran torero sevillano. Y no me lo podía creer. Llegó la cornada, la fallida reaparición de Ronda y el punto final. Ahora le voy siguiendo y leo cosas que me preocupan más todavía, que me inquietan, que me desesperan... Será una cuestión meramente pasajera. Sinceramente, espero que sí.