«La diferencia entre un cigarro y un porro es que el primero te quita la ansiedad y el otro te da placer; la misma diferencia que existe entre un analgésico y un masaje», así hablaba Chicho Sánchez Ferlosio, hermano del escritor Rafael e hijos ambos de Rafael Sánchez Mazas, poeta, novelista, ministro sin cartera en los albores del Franquismo e inspirador de la obra de Javier Cercas, después peliculada por David Trueba, ‘Soldados de Salamina’.
Chicho Sánchez Ferolosio fue hasta su muerte (junio de 2003) un auténtico outsaider y un hombre comprometido con sus ideales que criticó con la misma dureza la guerra sucia contra ETA, la corrupción de los últimos gobiernos de Felipe González como los despidos de Sintel o la guerra de Irak. Antes, mucho antes, su canción ‘Gallo negro, gallo rojo’ se difundió como si fuese un tema anónimo de la Guerra Civil y fue un verdadero himno de lucha contra la Dictadura de Franco. Su trayectoria vital estuvo muy unida a la de Agustín García Calvo, poeta al que musicó muchas de sus bellas composiciones, como ‘Tú, cuya mano’, un poema del que Amancio Prada asegura que posee una «arquitectura admirable y sorprendente. Emoción y pensamiento. Ritmo y medida. Y la música de Chicho, acorde. Una de las canciones más bellas que conozco».
Chicho y García Calvo se han mantenido siempre fuera de la cultura oficial, optando por actuar o recitar poemas cuando les venía en gana. De hecho, sólo ha grabado un disco, ‘A contratiempo’ (1978). Sin embargo, para la interminable pléyade de cantautores que brotó en la Transición, la figura de Chicho era a la vez un mito y un buen amigo que colaboraba sin poner pegas ni inconvenientes. Nombres como Javier Krahe, Alberto Pérez o Joaquín Sabina saben bien de sus andanzas por los garitos del loco Madrid de los setenta y discos como ‘La Mandrágora’ no hubieran sido posibles sin la inspiración de este músico desconocido para el gran público. Actuó en muchas ocasiones con Amancio Prada, que ha publicado ahora el disco ‘Hasta otro día, Chicho’, que según palabras del leonés, nace de su amistad y a él está dedicado, el cantor con más gracia y talento que he conocido». Las canciones, matiza Prada, representan sólo una parte de su pequeño repertorio. La mayoría tienen letra y música suya; otras están compuestas sobre textos de su amigo García Calvo, pero de una u otra forma, todas son de Chicho y forman la huella sonora que ha dejado en mi vida y en la de tantos amigos su memoria, la de un hombre bondadoso e inteligente, con una mirada que te hacía ver las cosas de una manera distinta».
o El concierto comienza a las 18.00 horas en la Sala de Cámara de Riojafórum