"Los medios dedican poco espacio y además de muy mala manera a la tauromaquia"
El periodista riojano y crítico taurino Pablo G. Mancha, quien decidió crear Toroprensa en enero de 2005 como “pequeño divertimento” para sacar a la luz escritos archivados y crear nuevos artículos sobre sus pasiones, los toros y el flamenco, confiesa que el descubrimiento de los blogs le ha “alegrado” la vida. Se muestra preocupado, sin embargo, por la escasa presencia de la tauromaquia en la prensa española, y critica, por otro lado, la rutina, la falta de sentido crítico y los excesos de opinión que, según él, abundan en el periodismo.
Una entrevista por María Sánchez
¿Qué es Toroprensa? ¿Cómo surgió la idea de crear esta bitácora?
Toroprensa es un pequeño divertimento nacido para sacar del fondo del archivo unas cuantas cosas que tenía escritas y que a lo mejor le podían gustar a alguien (además me daba mucha pena verlas en el ordenador y ahora creo que han recobrado vida). La idea no surgió en un momento determinado, sino que después de ver otros blogs que había por ahí, un domingo por la mañana la hice y puse el primer artículo. Sin más pretensiones que disfrutar y si era posible, hacer disfrutar a alguien.
¿Forman parte los contenidos de Toroprensa de su trabajo para distintos medios, o los escribe especialmente para el blog? En el segundo caso, ¿diría que se expresa con más libertad en éste?
La mayoría evidentemente sí. Hay de todo pero también existen artículos exclusivos de la bitácora. En cuanto a lo segundo, siempre he procurado escribir con los mismos principios en todos los medios. De Diario de Noticias de Pamplona me echaron hace ahora once años por decir lo que pensaba y eso no me ha vuelto a suceder en ningún otro sitio. A lo mejor es porque los temas que suelo tratar no interesan demasiado a los directores de los periódicos ni a los políticos, por lo que doy gracias a Dios cada mañana. En general, suelo decir lo que quiero pero mantengo varias máximas: asegurarme de todas las informaciones, dar oportunidades a todo el mundo, no hablar de oídas y no insultar a nadie. Me interesa un bledo la vida privada de los demás y no soporto las banderías periodísticas.
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