domingo, 2 de octubre de 2005

Torero merced a la globalización

Medhi Savalli es francés, de origen italomarroquí y un ejemplo de que la multiculturalidad ha llegado al toreo


La globalización ha llegado al planeta de los toros y Medhi Savalli lo dejó bien claro ayer en Arnedo. Porque a pesar de que haya habido intentos históricos como el del ‘gringo’ Robert Ryan y su compañero Richard Corey, de que en los años setenta probara suerte ‘El Palestino’, de la campaña de Frank Evans ‘El Inglés’, o del más serio de todos, John Fulton, que tomó la alternativa en Sevilla en 1963, la cosa de los toreros extranjeros y procedentes de culturas lejanas a la tauromaquia no ha pasado casi nunca de la anécdota. Aunque sobrecoja a la memoria el caso de Atsuhiro Shimoyama, ‘El Niño del Sol Naciente’, que vino desde su Japón natal hasta Sevilla para hacerse torero después de quedarse alucinado con Sharon Stone en una versión algo naif de ‘Sangre y Arena’. Lo intentó todo. Incluso se apunto a la Escuela de Tauromaquia de Sevilla, pero un novillo le partió la columna y quedó impedido para la tauromaquia. Ahora vive en la capital andaluza con el respeto de los aficionados y con numerosos planes para encauzar su vida.
Pero Medhi Savalli es otra cosa. Nació en Arlés, de ascendencia italomarroquí, pero en una de las zonas de Francia con más afición y cantera de jóvenes aspirantes a la carrera taurina. En Arlés, la fiesta del toro se vive con delirio, su coso milenario se llena en casi todas las funciones y cada temporada, un montón de chavales se apuntan a su floreciente escuela taurina.
En el caso de Savalli, su roce con la tauromaquia no es ocasional ni anecdótica, ya que como tantos muchachos de su ciudad, ha vivido el toreo desde pequeño. La cuestión es que como ha nacido en una zona repleta de emigrantes, el caldo de cultivo de las nuevas generaciones de toreros es completamente nuevo e insospechado para la tauromaquia. Por eso, la pureza de los diestros nacidos en Triana, en Jerez, en la Calle Embajadores de Madrid, está dando paso a los nuevos maestros de la globalización.