“El Viti” cree que la crisis de las vacas locas configura un momento crucial para la fiesta
Santiago Martín “El Viti” mantiene indeleble su profunda majestad. Hablar de toros con esta mítica figura es un continuo paseo por lo más humano de la fiesta. Ayer disertó sobre Julio Robles en una conferencia organizada por la peña riojana del matador fallecido y dijo que “nos ha dado a todos una profunda lección”.
– ¿Qué supone para usted volver a esta ciudad?
– Yo he venido a Logroño varias veces y de muy distintas maneras. Eso sí, siempre con satisfacción, tanto cuando lo he hecho para saludar a algún amigo, a participar en alguna charla, e incluso, cuando lo he hecho para torear. Venir a Logroño, en todo caso, siempre ha sido un verdadero placer, ya que conservo amistades que me duran desde la primera vez que hice el paseíllo en la Manzanera.
– Por cierto, ¿es el público aquí tan duro y hosco como algunos mantienen?
– Las cosas no son tan duras ni tampoco lo contrario. Nuestra profesión es muy complicada y lo importante es pensar que esa dureza se vea reflejada en un entorno de personas que saben y son capaces de reconocerlo y valorarlo como se merece. Pero me temo que lo que de verdad es complicado es asumir que no se está lo suficientemente preparado para superar las dificultades intrínsecas a nuestra profesión. Pero también hay que tener en cuenta que en el toreo existe siempre la posibilidad de que sobrevenga la tragedia, y a veces no se es capaz de superarlo en todos los sentidos, ya que nosotros somos sólo seres humanos, y claro está, con nuestras debilidades y fortalezas. Yo por eso le doy gracias a Dios por haberme dado el talento para superar las dificultades que entraña el toreo.
– ¿Qué le evoca la figura de Julio Robes?
– Hemos venido a recordar su talante. Tal día como hoy (por ayer) la persona que tendría que haber dado la charla era él... pero ya se sabe que el hombre propone y Dios dispone.
– ¿Cómo se encontraba últimamente Julio Robles?
– Anímicamente muy bien, pero su cuerpo no le respondía y su salud se iba consumiendo poco a poco, ya que sus defensas eran cada vez más limitadas. Pero era un hombre que se aferraba a buscar ilusiones y nos ha dado un gran ejemplo a los profesionales y en general a todas las personas que vivimos para contarlo. Y cada uno a nuestra manera, hemos visto en él un auténtico ejemplo como ser humano, ya que ha sopesado unos valores que nadie ha sido capaz de medirlos como él lo ha hecho. No me duelen prendas en decir que Julio Robles ha sido un hombre que nos ha transmitido una forma de ser imprescindible, en el sentido de no sentir en él ni la menor bruma de rencores ni odios, sino todo lo contrario. Los que nos rozábamos con él nos hemos llevado un verdadero talismán gracias a su persona y lo que ha emanado su propia esencia como hombre.
– ¿Qué le parece que Logroño estrene este año plaza de toros?
– No lo sabía y me coge de sorpresa. Pero le digo que la fiesta de los toros ha sido siempre evolución. Felicito a la empresa “Chopera” por esta iniciativa porque será positivo, sin duda.
– ¿Qué impresión tiene del actual estado de las corridas de toros?
– Siempre he sido una persona que me ha gustado mirar hacia adelante, nunca hacia atrás. Lo importante es aferrarse a lo bueno y yo no soy un hombre que le guste ensañarme. Sigo siendo aficionado a los toros porque amo las cosas que tienen futuro. Para mí es admirable sembrar paciencia, lo he hecho hasta con mis propios hijos, ya que en mi casa nunca se hablaba de toros, y ellos, por su cuenta y gracias a la paciencia, terminaron convirtiéndose en aficionados por iniciativa propia, no por ser mis hijos. Yo soy de los que creo que la fiesta, a pesar de todos los pesares que la rodean y de todas las corrientes mediáticas, algunas destructivas, ha sido y será minoritaria, por eso perdurará para siempre, gracias a esa minoritaria afición. Ésa es mi creencia y mi fe
– ¿Qué opina de la crisis de las vacas locas?
– Existe mucha preocupación e inquietud entre los ganaderos y eso se percibe en el campo. El toro bravo existe porque el hombre ha tenido fe en que persista esa raza. Quizás ahora estemos en el momento más crucial de la historia del toro. Desde la parcelita que me corresponde como ciudadano y por mi experiencia como matador de toros estoy muy preocupado porque he pulsado la opinión de grandes ganaderos y cada uno, a su manera, está buscando la forma de defenderse. En este momento creo que entre todos los estamentos de la fiesta nos engarzaremos para hacer un potencial con el fin de sobrevivir y hacer fuerza conjuntamente. Nosotros, es curioso, somos como una familia y estoy seguro de que en esta fase tan crucial nos acabaremos adaptando a una nueva forma de vida. Además, creo que para bien y para mejorar la fiesta de los toros, y precisamente gracias a la grandeza de este arte.